Qué es la Viruela
La viruela fue una enfermedad altamente contagiosa. Es causada por el virus orthopoxvirus y fue clasificada como una de las enfermedades más devastadoras de la historia de la humanidad. De hecho, se cree que las epidemias de viruela han condicionado la historia de la humanidad, incluyendo la caída del Imperio Romano. Fue considerada erradicada por la Organización Mundial de la Salud en 1980, debido a la administración en masa de la vacuna anti-viruela – lo que apenas fue posible porque este virus sólo afecta a humanos y sólo tiene un serotipo. Actualmente el virus está guardado en dos laboratorios de seguridad biológica máxima – Centro de Control de Prevención de Enfermedades de Atlanta (Estados Unidos) y en el Centro Estatal de Investigaciones de Virología y Biotecnología en Koltsovo (Rusia).
Transmisión
La transmisión del virus orthopoxcirus ocurre cuando hay contacto con la persona infectada o con la saliva o secreciones de personas infectadas. La enfermedad es extremamente contagiosa.
Síntomas
Los síntomas se caracterizan por fiebre, dolores de cabeza y cuerpo. Al final de algunos días surge una erupción cutánea por todo el cuerpo pero más predominante en la cara y en los miembros. Eventualmente la erupción cutánea evoluciona para ampollas (vesículas) que ulceran y se transforman en pústulas. Éstas dejan cicatrices profundas y deformantes.
La persona afectada con viruela puede sobrevivir y quedar inmune a la misma; o ésta puede ser fatal.
Tratamiento
No existe tratamiento para la viruela pero sí existe prevención eficaz en forma de vacuna. En realidad, la viruela fue la primera enfermedad en ser erradicada debido a los esfuerzos humanos, a través de la administración de la vaccinia.
Vaccinia fue, de esta manera, la primera vacuna. Edward Jenner, en 1796 se dio cuenta que personas que trataban de cerca con ganado bovino no eran infectadas con viruela. Rápidamente se dio cuenta que tal hecho se debía al contacto próximo con el ganado bovino y con su infección por viruela de las vacas (vaccinia de la palabra en latín para vaca: vacca). Así, debido a la similitud entre el virus que infecta a las vacas y el que infecta a los humanos fue posible crear una vacuna segura para los humanos y eficaz contra la viruela. Todavía hoy las vacunas tienen su nombre debido al virus vaccinia.