La expresión de Liquidez de Contabilidad se refiere a la velocidad y la facilidad con la que los activos de una entidad se puede convertir en un medio de pago. Por ejemplo, los activos corrientes (stocks de productos, la deuda de los clientes, etc.) se convierten rápidamente en la oferta de dinero de los activos fijos o inmovilizados (instalaciones, equipos, etc.). Cuanto mayor sea la cantidad de activos de alta liquidez que la empresa tiene, menos probable es que no pueda honrar sus compromisos financieros con terceros. Sin embargo, los activos de alta liquidez en general tienen una menor capacidad para generar altos rendimientos por que las decisiones de inversión siempre debe incluir el análisis de riesgo de incumplimiento de los compromisos financieros y el análisis de la rentabilidad generada por estos activos.
Para evaluar el grado de liquidez de una empresa en particular se puede calcular varios indicadores de liquidez, que comparan el valor de ciertos grupos de activos con ciertos grados de liquidez con pasivos con períodos de responsabilidad menor.
