La adolescencia es el periodo del ciclo de vida en que se verifica la transición de la infancia para el inicio de la edad adulta. Está caracterizado por diversas transformaciones biológicas, cognitivas y psicosociales que tienen lugar sensiblemente entre los 11/12 y los 18/19 años.
Definición de Adolescencia
La adolescencia es el periodo del ciclo de vida en que se verifica la transición de la infancia para el inicio de la edad adulta. Está caracterizado por diversas transformaciones biológicas, cognitivas y psicosociales que tienen lugar sensiblemente entre los 11/12 y los 18/19 años.
Periodo de cambios
La adolescencia se encuentra asociada a la pubertad, como maduración del cuerpo, al cual exige una adaptación psicológica por parte del adolescente. La adaptación al cuerpo en transformación y sexualizado genera entonces la necesidad de hacer frente a preocupaciones, angustias y expectativas de estos cambios de desarrollo.
Es también en este periodo que el adolescente construye gradualmente su identidad y se reorganiza internamente, al encuentro de lo que Erik Erikson denominó por crisis de Identidad/Confusión de papeles. El entonces adolescente tiene la oportunidad de ensayar papeles, explorar y hacer elecciones de su preferencia, a medida que desarrolla la capacidad de pensar formalmente, de forma abstracta.
En este período, la socialización con los pares adquiere extrema relevancia, ya que este es el momento en que el adolescente invierte en nuevas relaciones e intereses, además de aquellos en los que ya invirtió durante la infancia.
Nuevas inversiones y desafíos
Estas nuevas inversiones suceden de una mayor exploración y cotejo con nuevas realidades e ideas, promoviendo la autonomía de cara a los padres y al núcleo próximo familiar. En este sentido, el grupo de pares adquiere la simbología de espacio de transición entre la infancia, la predominancia de la familia y el estar solo, como adulto. Mientras se proyecta el futuro, son las relaciones de pares que constituyen las principales fuentes de compartición de experiencias, sentimientos y ensayos.
Se introduce entonces un desafío más entre la manutención de la seguridad familiar, por un lado, y la promoción de la autonomía y diferenciación de sí como individuo, por otro. El adolescente concibe ahora a los padres como figuras de vinculación y seguridad en reserva, con los cuales puede contar en situaciones de vulnerabilidad, no obstante la relación con estos puede sufrirá cambios necesarios a su desarrollo.
La autonomía creciente significa así una renegociación de la relación con los padres, conquistando un equilibrio entre la proximidad a estos y la necesidad de desarrollar y crear un Self individual que gradualmente se revé en sí mismo, en su identidad.
Palabras clave: Adolescencia, pubertad, autonomía, identidad
References:
Alarcão, M. (2000). Desequilíbrios familiares: Uma visão sistémica. Coimbra: Quarteto Editora.
Fleming, M. (2005). Entre o medo e o desejo de crescer. Psicologia da Adolescência. Porto: Edições Afrontamento.