Henri Fayol, como Taylor, también define varios principios sobre los cuales deben funcionar las organizaciones, entre las que se destacan:
- Principio de tareas especializadas: es la división del trabajo en las organizaciones en conjuntos de actividades o funciones relacionadas entre sí con el fin de aumentar la productividad y la eficiencia.
- Principio de equilibrio entre autoridad y responsabilidad: significa que el poder de dar órdenes (utoridad oficial) debe combinarse con las habilidades intelectuales y prácticas y con el valor moral del gestor (autoridad personal).
- Principio de disciplina: es la obediencia y el respeto de todos los trabajadores por órdenes o instrucciones recibidas de sus superiores y las normas y reglamentos establecidos por la organización.
- Principio de una sola autoridad o de la unidad de comando: significa que cada subordinado debe recibir órdenes y responder sólo a un superior jerárquico.
- Principio de unidad de dirección: significa que cada grupo de actividades que presente el mismo objetivo debe tener un plan y un solo líder.
- Principio de centralización: es la concentración de la autoridad en la parte superior de la jerarquía de la organización.
- Principio de cadena de ascenso o jerarquía: significa que las órdenes deben seguir por todos los niveles, desde el nivel en que se da la orden hasta llegar a los que la ejecutan, es decir, consiste en una línea de autoridad que parte de la parte superior de la jerarquía hasta niveles inferiores.
- Principio de la subordinación de los intereses individuales a los intereses generales: significa que los intereses generales de la organización deben sobreponerse siempre a los intereses individuales o bien de los trabajadores o gestores.
- Principio de la remuneración del personal: la remuneración de los trabajadores debe ser justo y proporcional a sus esfuerzos.
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