Los indicadores de liquidez, asociados al concepto de liquidez contabilista, son ratios que buscan medir la capacidad de la empresa pagar a debido tiempo sus deudas de corto plazo. En ese sentido, los indicadores de liquides comparan el valor de determinados grupos de activos con ciertos grados de liquidez con pasivos con plazos de exigibilidad menos. Así, el grado de liquidez de una empresa depende no solamente de su política de inversión, pero también de su política de financiamiento: por ejemplo, si la empresa se financiar preferencialmente con capitales propios o con deuda de longo plazo, su liquidez tiene tendencia a aumentar.
Consonante el grado de liquidez de los activos considerados, los indicadores podrán ser clasificados en distintos tipos, nombradamente:
- Liquidez General – son considerados todos los activos circulantes
- Liquidez Reducida – no son considerados activos circulantes de menos liquidez, nombradamente las existencias/ inventarios.
- Liquidez Inmediata – son considerados solamente activos de liquidez inmediata, esto es las disponibilidades (cajas y ingresos).