La estructura jerárquica es un tipo de estructura organizacional basada apenas en criterios de jerarquía. La utilización de este tipo de estructuras apenas tiene alguna posibilidad de éxito en organizaciones de pequeña dimensión y que utilicen mano de obra con bajas calificaciones y en la cual no exista necesidad de especialización. Las ventajas más visibles de este tipo de estructura es su gran simplicidad, facilitando la coordinación y el control de las actividades y posibilitando una mayor rapidez en la toma de decisiones. Como inconvenientes se destaca el hecho de no permitir la especialización del personal y, en simultáneo, llevar a una excesiva centralización de la autoridad en la cima de la jerarquía.