De acuerdo con la definición de L. Smircich en “Concepts of Culture and Organisational Analysis” la cultura organizacional es el sistema de comportamientos, normas y valores sociales (patrones de referencia que influyen en cómo la gente actúa y evalúa los eventos) aceptados y compartidos por todos los miembros de la organización y que de alguna manera la hacen única. Por lo tanto, es un conjunto de características únicas que permite distinguir la organización de todas las otras. Corresponde a lo que representa la personalidad individual y transmite cómo los miembros de la organización se comportan de acuerdo con el sistema de valores imperante.
La importancia de la Cultura Organizacional es debido al factor de ser un fuerte determinante de la motivación en la organización, que se debe a las funciones, a saber:
- Dar un sentido de identidad, de unidad y de participación colectiva a los miembros de la organización;
- Fomentar el compromiso de las personas;
- Orientar y dar forma a la conducta de las personas.
Stephen Robbins, en Organizacional Behavior, destaca diez características que agregadas capturan la esencia de la cultura de la organización:
- Identificación: el grado en que cada empleado se identifica más con la organización que con su propia profesión;
- Énfasis en el Grupo: traduce en qué medida el trabajo de la organización se organiza en la base de equipos o en la base individual;
- Apuesta en las personas: el grado en que las decisiones de gestión tienen en cuenta el impacto en los miembros de la organización;
- Integración Departamental: el grado en que los diferentes departamentos o divisiones actúan de manera coordinada e interdependiente;
- Control: cómo se utilizan las normas, reglamentos y supervisión directa para controlar el comportamiento individual;
- Tolerancia al riesgo: el grado en que los miembros de la organización alentados a ser agresivos, innovadores y a abordar el riesgo;
- Criterios de recompensa: cómo se asignan las recompensas y los factores que las determinan;
- Tolerancia de conflictos: el grado en que se alienta a los miembros de la organización para hacer frente a los conflictos con una mente abierta;
- Orientación para los resultados: el grado en que la gestión es más orientada a resultados que para los medios de comunicación;
- Sistema abierto o cerrado: en qué medida la organización es consciente de su ambiente externo y actúa en respuesta a sus cambios.