La coordinación no es más que el proceso de integración de las diferentes actividades desarrolladas en cada departamento de la organización con el fin de alcanzar los resultados de organización deseados. Sin esta integración, se perdería el sentido de la organización en su conjunto – serían creados incentivos para que cada departamento se centrase únicamente en sus intereses, en detrimento de los intereses comunes. La coordinación funciona como un contrapeso a la división del trabajo – mientras que la división del trabajo separa las personas, la coordinación vuelve a unirlas.
Como en el caso de la división del trabajo y departamentalización y la elección del número de niveles jerárquicos, la profundidad de la organización dependerá también de las contingencias que enfrenta la organización.
Paul R. Laurence Jay W. Lorsch se concentraron en esta cuestión y llegaron a la conclusión de que cuanto mayor sea el grado de diferenciación entre los departamentos (diferenciación de las actitudes, estilos de trabajo, entre otros) mayor será la posibilidad de conflictos interdepartamentales y en consecuencia mayor es la necesidad de utilizar técnicas de integración (o de coordinación).