El desarrollo sostenible es una expresión que se refiere a una forma de desarrollo que satisface las necesidades del presente sin perjuicio de las futuras generaciones. En este sentido, el desarrollo sostenible tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de las personas, pero preservando el medio ambiente a corto, medio y sobre todo a largo plazo. Esto se puede lograr a través de un tipo rentable de desarrollo, socialmente equitativo y ecológicamente sostenible.
La cuestión del desarrollo sostenible ha recibido mucha atención de los líderes de la Unión Europea, en particular la adopción de una estrategia de desarrollo sostenible en 2001 y su posterior revisión en 2005. Uno de los puntos clave de esta estrategia es la integración de las cuestiones medioambientales en la definición y la aplicación de otras políticas económicas y sociales. Para ello, se requiere que los poderes públicos adopten las medidas adecuadas para tratar de limitar los efectos negativos sobre el medio ambiente, mejorar la gestión de los recursos naturales (en particular, su consumo), para luchar contra la exclusión social y la pobreza en Europa y en el mundo y aún, combatir el cambio climático y limitar sus consecuencias