El término consumo significa el acto económico que sustancia la satisfacción de ciertas necesidades mediante el uso de un bien particular. Si hablamos de consumo de los hogares, este es el componente de la renta disponible que no se utiliza para el ahorro.
Una de las principales diferencias de tipos de consumo está en los fines de autoconsumo. En este sentido, se puede distinguir el consumo final y el consumo intermedio. El consumo final (o directo) es el que se lleva a cabo por las familias, se centra en los productos usados directamente en la satisfacción de las necesidades, sin transformación industrial. El consumo intermedio es aquel que, hecho por las empresas, es destinado a ser transformado o utilizado en la producción de bienes de consumo final.
Se hace otra distinción con respecto al tipo de la persona que hace el consumo: si es el Estado o una institución pública, se dice que es consumo público; si se hace por una familia, se dice que es consumo privado.
Finalmente, se reunió una distinción según la naturaleza de las necesidades: si son necesidades primarias (relacionados con la supervivencia), se llama un consumo básico o esencial; si otros requisitos (por lo general asociados con el lujo), se llama el consumo superfluo.