Canon o Cánone, es una palabra de origen griego, kanon (κανών, Κάννα) que significa regla, patrón, modelo o norma. El término canon tiene una diversificación de significados dependiendo del área que se analiza, como por ejemplo los cánones literarios, musicales, religiosos o matemáticos. Pero de manera general, se refiere a una manera de proceder que sirve de referencia.
- Canon, término de origen griego (κανών) que significa “vara de medir”. En Bellas Artes, y más especialmente en escultura y música, el canon designa el conjunto de las relaciones que regulan las diferentes proporciones de las partes de una obra. Por ejemplo, el Canon de Policleto
- Canon de perfil, modo característico de representar la figura humana utilizada por los antiguos egipcios.
- Canon de belleza, conjunto de aquellas características consideradas estéticas.
En las artes plásticas, el canon consiste en un conjunto de reglas y principios fundamentales de las proporciones y de la estructuración de una obra de arte, correspondientes a un patrón ideal normativo que debe ser seguido con rigor y disciplina.
En las disciplinas artísticas, los cánones más famosos y utilizados son sin duda los de belleza y de la proporción.
El Canon es un método seguido, por el cual el objeto artístico se produce según los valores y la mirada de un grupo social dominante, en un determinado momento histórico.Es posible, así, entender el pensamiento dominante en cada período de la historia a través de sus objetos canónicos.
Durante siglos, los cánones de belleza y proporción motivaron el interés de estudio de artistas, filósofos y matemáticos, entre otros, pudiendo incluso remontarse a las más antiguas civilizaciones, pues en todas ellas podemos observar la importancia de encontrar el canon perfecto.
Fue en la representación artística de la Antigüedad Clásica que surgieron los primeros patrones e ideales de cánones a seguir. A mediados del siglo V aC el escultor griego Policleto, escribió un tratado sobre las proporciones del cuerpo humano, que tituló de Canon y pese a que el tratado no sobrevivió al tiempo, según los historiadores, las ideas que constituían la sustancia de ese tratado permanecieron como una de las grandes influencias sobre la evolución de la escultura occidental desde la Roma Antigua hasta el Neoclasicismo en el siglo XIX.
Para el pensamiento griego lo bello se entendía como un concepto objetivo, lógico y racional, asociado a las leyes de la naturaleza. Para que la obra de la humanidad fuera considerada bella debía responder a las leyes eternas que rigen el comportamiento y los cánones de la naturaleza y del bello. El canon griego expresaba lo esencial, la proporción, la armonía, el ideal y la aspiración a la perfección. Una perfección que no se basaba en el cuantitativo, sino en la unidad universal.
Utilizando herramientas de orden, medida, simetría, ritmo y armonía, el desarrollo y la construcción humana y artística griega fue guiada por los cánones de una visión matemática-geométrica rigurosa.
La Historia del Arte en Occidente está ampliamente arraigada a los cánones establecidos en la Grecia de Platón y Aristóteles. Las más variadas manifestaciones artísticas poseen, desde ese momento, los mismos valores y aspiraciones. Siguiendo las corrientes filosóficas del Renacimiento y la confirmación del método racional-lógico-matemático, las artes fueron separadas de las ciencias, pero siguieron utilizando los mismos ideales y cánones para la producción artística.
Por ejemplo, “Hombre Vitruviano” de Leonardo da Vinci, es considerado uno de los grandes símbolos del ideal de armonía del Renacimiento, representó y probablemente, sigue representando uno de los grandes cánones de las proporciones clásicas del ser humano, a la perfección anatómica del cuerpo.
Canon – El Hombre Vitruviano dibujo de Leonardo da Vinci, 1490
El “Hombre Vitruviano” hoy es considerado un canon, pero en aquel momento representó un simple estudio ilustrado de las proporciones del cuerpo humano elaborado por da Vinci según instrucciones y principios del arquitecto romano Vitruvius (I a. C.). en su serie de diez libros titulados de “De Architectura”, un tratado de arquitectura en el que, en el tercer libro, describe las proporciones del cuerpo humano.
El propio Vitrúvio ya había intentado encajar las proporciones del cuerpo humano dentro de la figura de un cuadrado y un círculo, pero sus intentos fueron siempre imperfectos, sólo Leonardo da Vinci tuvo la capacidad de entender y encajar las proporciones correctamente dentro de los patrones matemáticos esperados. El descubrimiento de las proporciones matemáticas del cuerpo humano en el siglo XV por Leonardo es considerado uno de los grandes logros que se llevaron en el Renacimiento italiano.
La búsqueda por el Bello, el equilibrio y un profundo deseo de organización y aprehensión de la realidad nunca habían sido cuestionados sistemáticamente hasta el surgimiento de los primeros Movimientos Vanguardistas. Sólo en las primeras décadas del siglo XX, los artistas y escritores derriban las convenciones académicas, rompiendo con los cánones y creando una estética completamente nueva.
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