Escrito por Franz Kafka en 1912 y publicado en 1915, La Metamorfosis es el libro más conocido, estudiado y citado de la obra del autor.
En La Metamorfosis, Kafka nos presenta a Gregor Smasa, un comerciante que abandona sus voluntades y deseos para ayudar a su familia a pagar la deuda de los padres. Una mañana, Gregor despierta con la forma de un insecto gigante, que Kafka describe con las características de una cucaracha. A pesar de ello, Gregor Samsa no se aflige con la transformación, pero sí con el hecho de estar atrasado para el trabajo.
Todos se asustan con la nueva forma de Gregor, siendo incluso agresivos y forzándolo a permanecer en su cuarto. El jefe de Gregor lo visita y, ante su clausura, le amenaza con despedirlo. El choque inicial de los padres y de la hermana se transforma en la repulsa y preocupación de conseguir sustento, ya que habían perdido la fuente principal de rendimientos, Gregor. Mientras discuten sobre cómo van a suplantar las dificultades financieras, Gregor escucha toda la conversación, cerrado en su cuarto.
Cuidar de Gregor pasa a ser una carga y apenas la hermana, Grete, demuestras alguna compasión, pidiéndole a la madre que la ayude a apartar los muebles del cuarto para que Gregor pueda tener más espacio y sentirse más cómodo. En esta situación, Gregor consigue escapar del cuarto, siendo atacado por el padre, que le tira manzanas que se quedan clavadas en su caparazón. Incluso la hermana, después de Gregor asustar a los inquilinos que, mientras tanto la familia consigue para suplantar gastos, pasa a encararlo con rabia y repulsa.
A lo largo del libro, Kafka se refiere varias veces a las manzanas que se pudren en el caparazón de Gregor, lo que puede ser interpretado simbólicamente como el odio que la familia nutre por él. Es, de hecho, una de estas manzanas que acaba por causar la muerte de Gregor Samsa.
La Metamorfosis es una obra que explora la soledad, los sentimientos de exclusión y la crisis del hombre contemporáneo. Habiendo sido escrita dos años antes del inicio de la I Guerra Mundial, refleja un poco el clima de agonía y pesimismo característico de la época.
