Moral del señor es un concepto usado por Friedich Nietzsche para definir uno de los dos comportamientos que fundamentan su perspectiva sobre la moral. Nietzsche hace un examen sobre la consistencia de los valores morales, cómo son instituidos y dónde se creen fundamentados y muestra que ellos no son universales y ni tampoco caen en un relativismo. Para responder a matices relativos a la construcción de los valores morales él desarrolló una genealogía, donde analiza la manera de proceder de los individuos moralmente.
La moral del señor (o del noble) surge de la afirmación y más de la autoafirmación de sí mismo. En ello reside la diferencia fundamental entre ésta y la moral de los esclavos. Porque toda moral noble parte de un decir sí a uno mismo. Hay en esa moral una manera de evaluar que resalta el sentimiento de plenitud y exceso de la propia fuerza. Tomándose como único el punto de referencia, el fuerte no necesita de aprobación y exime cualquier término de comparación – se sabe creador de valores. En un primer momento atribuye valores a hombres, más tarde, por extensión, atribuirá a los actos de estos hombres. Su acción presupone que juzgar un hombre por sus actos es presuponer que sería posible actuar de otro modo. Pero para el fuerte no hay elección: es necesario rebasar la propia fuerza, ella no puede ser ejercida.