Concepto de Capital Propio
El Capital propio es un concepto de contabilidad que corresponde a la situación líquida de una empresa, es decir, a la diferencia entre sus activos (conjunto de todos los bienes y derechos) y sus pasivos (obligaciones financieras ante terceros), representando, por ello, el valor líquido del patrimonio de la empresa. Definido así, el capital propio corresponde a la diferencia entre todo aquello que la empresa posee y todo aquello que debe a terceros. Por lo tanto, si la empresa vendiera todos sus activos y pagara todas sus deudas, se quedaría con el capital propio.
El activo es consustancial en dinero, en bienes de inversión, en instrumentos de capital propio de otras entidades, en bienes destinados a la producción y a la venta, o en derechos contractuales. Por otro lado, el pasivo es consustancial, por ejemplo, en obligaciones contractuales que obligan a la entrega de dinero o de otros activos a otra entidad cualquiera. El capital propio expresa, por lo tanto, el valor contable de la empresa.
De esta forma, es considerado capital propio aquel que resulta de la financiación asegurada por sus propietarios y que, por norma, no tiene asociada cualquier contrapartida de remuneración. Corresponde, por tanto, al valor que los accionistas de la empresa recibirían si ésta cesase su actividad, liquidando/vendiendo todo su patrimonio y pagando todas las deudas por los valores registrados de manera contable. En resumen, el capital propio no es más que el patrimonio líquido de la empresa, y para calcularlo, basta restar los pasivos a los activos contables.
Componentes del Capital Propio
Correspondiendo al patrimonio líquido de la empresa, el capital propio puede ser también entendido como la inversión de los socios y por el cual exigen ser adecuadamente remunerados a través de beneficios. Esta inversión es, de hecho, dinero cedido por los socios, cesión ésta que puede ser efectuada de tres formas distintas:
- a través de entregas de dinero (en la fase de constitución o en fases posteriores de la vida de la empresa, y que podrá asumir la forma de capital social o de prestaciones suplementares); estas entregas de dinero pueden ser efectuadas tanto por los actuales, como por nuevos socios;
- a través del no recibimiento de resultados de la actividad, es decir, a través de retención de beneficios en la empresa (que surgen en las cuentas como reservas y como resultados de años anteriores).
- Existen también otras rúbricas de capitales propios como los valores relativos a reevaluaciones de activos o al registro de valores probables asociados a los apoyos financieros estatales.
References:
Mota, António Gomes (2012). Finanças da Empresa – da teoria à prática. 5ª Ed. Lisboa: Edições Sílabo.