Turismo Deportivo se entiende como las actividades en que los turistas asisten a iniciativas de tipo deportivo (cualquier atracción turística unida al deporte) o las practican por ocio o en competición (tratándose de dos segmentos bastante distintos), cuando se desplazan de su zona de residencia para un cierto destino. Actividades dirigidas a todos los sectores de la población, sin excepciones de edades o estatutos sociales.
Los turistas pueden ser considerados de dos tipos: los entusiastas (los turistas que se desplazan para un cierto destino en que la motivación principal es la práctica de una actividad deportiva específica) o los esporádicos (los turistas que practican una determinada actividad, pero que no viajan solamente por la práctica de esta misma actividad). Esta diferencia entre los tipos de turistas permite así distinguir el papel de la oferta turística en lo que se refiere a la captación de nuevos públicos (turistas esporádicos). Aquí el papel de los agentes públicos y privados, tanto locales, regionales o nacionales, de las asociaciones empresariales, de las escuelas, de los institutos que estudian el deporte, en resumen de los stakeholders, tienen un papel crucial. Son éstos quienes deberán adecuar las necesidades y los objetivos de los turistas.
El Turismo Deportivo es el conjunto de las prácticas donde el Turismo y Deporte están reunidos en simultáneo. Las dos áreas están interconectadas evidenciándose dos niveles: el Turismo de Espectáculo Deportivo y el Turismo de Práctica Deportiva. Sin embargo y a pesar de que se desarrollan de forma individualizada, poseen áreas de superposición.
Los viajes realizados ahora por los turistas, en la sociedad contemporánea, no contemplan apenas el descanso. Cada vez más son procuradas diferentes experiencias y vivencias, concretamente diversas prácticas activas. Éstas pueden ser, entonces, la motivación del viaje o el complemento de ese mismo viaje.
Se pasó, de esta forma, de un turismo inactivo, donde el objetivo primordial era el descanso, para un turismo activo donde se pretende tener la mayor cantidad de experiencias importantes posibles. El deporte está anclado en su globalidad, de esta forma, como uno de los mayores y más relevantes fenómenos sociales.
Históricamente, el Turismo y el Deporte surgen fruto de la Revolución Industrial manteniendo desde entonces un crecimiento individualizado. Existen cuatro factores que tuvieron un papel crucial para estas áreas que son: el desarrollo de los transportes; el aumento del tiempo para ocio; el poder de compra más incrementado y el aumento de la población junto a los grandes centros urbanos. El concepto de Turismo deportivo pasa, entonces, a formar parte de la literatura a mediados del siglo XX, estando bastante relacionado con la práctica de deportes en la época de invierno, concretamente en los Alpes.
El Deporte es considerado un fenómeno social, donde el hombre testa sus límites tanto por ocio como por la función benéfica para la salud.
Muchos son los sectores que benefician con los acontecimientos de tipo deportivo, tales como restaurantes, unidades hoteleras, clubes nocturnos y estancias turísticas. Productos turísticos que se complementan y que diversifican la oferta, lo que contribuye para la disminución de la estacionalidad en algunas regiones.
Son segmentos del Turismo Deportivo: el Turismo Deportivo de Eventos (Mega-Events; Local – Events); el Turismo Deportivo Nostálgico (cruceros de Fitness; Estadios; Museo Nacional del Deporte; el Turismo Deportivo de Aventura (Actividades “Intensas” como la Escalada, el Kayaking y la Caída Libre y “Leves” como el Rappel y el Piragüismo) y el Turismo Deportivo de Naturaleza (Mountain Bike; Ala delta sin motor; Parapente; Balonismo; Espeleología; Rappel; Escalada; Montañismo; Orientación; Hipismo; Pedestrianismo; Remo; Piragüismo; Surf; Vela; Windsurf; Rafting; Apnea; Hidrospeed;…
El Turismo Deportivo resulta así del Turismo y del Deporte, formando parte de éste un conjunto de actividades de tipo deportivo donde los turistas ejercen el papel tanto de participantes como de meros espectadores.
Muchos autores, a lo largo de los tiempos, han estudiado e intentado comprender este concepto, teniendo en cuenta su relevancia social y económica. La actividad deportiva es encarada por éstos como una actividad que tiene potencial para incremento de valor y, por otro lado, como una actividad turística residual.