¿Qué es el exorcismo?
Exorcismo es el nombre dado a un ritual en que una persona expulsa espíritus malignos o demonios de un individuo que se encuentra bajo posesión demoníaca. Eso aparece en la Biblia cuando Jesucristo expulsa demonios de personas poseídas y pasa ese poder a los apóstoles antes de subir a los cielos, lo que conecta esa práctica a las religiones cristianas.
El exorcismo, sin embargo, es una práctica antigua y envuelta en muchos misterios. Está presente en diversas culturas, creencias y religiones a lo largo de toda la historia. Cuando se habla sobre el asunto normalmente se hace referencia al cristianismo. Tanto es que todas las manifestaciones artísticas en que un ritual de exorcismo aparece, quien lo realiza es siempre un sacerdote.
No es cualquier sacerdote quien puede realizar el exorcismo. Es necesario tener una formación específica y ser preparado para ello. Esa persona se llama exorcista. Por lo tanto, el catolicismo muestra el exorcismo como un ritual litúrgico. El exorcista pide siempre el soporte, la fuerza y la autoridad de Jesucristo para que sea posible salvar almas poseídas por el mal.
En el catolicismo, el exorcismo es un ritual constituido por gestos y verbalizaciones. Es realizado en nombre de la Iglesia, de dios, de Jesucristo y del Espírito Santo. No es considerado un sacramento, pero sí un sacramental, que puede ser aplicado no apenas a personas sino también a objetos y lugares.
El exorcista no puede realizar el ritual a menos que compruebe que todas las posibilidades psiquiátricas fueron descartadas. Él actúa, en primer lugar, como un acompañante espiritual. Tras ser descartadas enfermedades mentales, el exorcista analiza si hay presencia de determinadas señales, como:
- Hablar en una lengua o en lenguas desconocidas cuando la persona no sabe hablar esas lenguas.
- Tener conocimiento y revelaciones respecto a asuntos ocultos que no podría saber.
- Poseer fuerza por encima de su edad o condición física.
- Aversión intensa a Dios y a todos los elementos religiosos vinculados a su nombre.
Si el sacerdote exorcista considera que hay indicios suficientes de que una persona o un objeto está poseído por un demonio, inicia el ritual de exorcismo. Un ritual tanto puede llevar horas, como puede llevar días o años para ser finalizado con éxito. Existen en la cultura popular en todo el mundo casos famosos de exorcismo que funcionaron y que no funcionaron.
La ciencia no reconoce las posesiones demoníacas como reales. El exorcismo, por lo tanto, es considerado una práctica cuestionable por las personas escépticas. Muchos de los supuestos síntomas de una posesión son comunes a trastornos mentales tales como la histeria, psicosis, manía o esquizofrenia. En los casos de trastorno disociativo de identidad, el 29% de los casos son relatados como posesión.
Existe también una monomanía en que el individuo cree que está poseído por uno o varios demonios. Esa monomanía es llamada demonopatía.