Concepto de Ágape
Ágape es un término que surge en el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana y que viene del griego agapein, siendo traducido para latín por charitas, es decir, caridad, amor. Su significado puede ser entendido como el amor divino, o sea, el amor que Dios manifestó a los hombres a través de Jesucristo y también como el amor con que los cristianos deben amar a Dios y deben amarse entre ellos. Se opone, por tanto, al eros griego que representa el amor instintivo y carnal.
Los cristianos describieron generalmente el ágape como una expresión del amor incondicional y absolutamente voluntario, es decir, que no discrimina ni presenta ninguna precondición. San Pablo describe el Ágape como paciente, amable, sin envidia, sin ostentación, sin orgullo, sin registro de errores, siempre esperanzado y perseverante.
La importancia del amor ágape para los cristianos resulta directamente de la importancia que le es dada en los Evangelios Canónicos. De hecho, cuando se le preguntó sobre cuál era el mayor mandamiento, Jesús respondió “Amad (ágape) al Señor vuestro Dios con todo vuestro corazón, con toda vuestra alma y con toda vuestra mente. Este es el primer y mayor de todos los mandamientos. El segundo es: Amad (ágape) a vuestro prójimo como a ti mismo. Toda la ley y los Profetas residen en estos dos mandamientos”. De la misma forma, en el Sermón de la Montaña Jesús dijo: “Oísteis decir: ‘amarás (ágape) a tu hermano y odiarás a tu enemigo’, pero yo os digo: amad (ágape) a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian y orad por aquellos que os persiguen y maltratan, pues de este modo seréis hijos de vuestro Padre en los cielos, aquel que hace que el sol se levante sobre lo malo y sobre lo bueno y hace que llueva sobre lo justo y sobre lo injusto. Si amáis apenas a aquellos que os aman, ¿qué recompensa tendréis?”