Sastre, es el término para designar al profesional especializado que ejerce el oficio de la sastrería, un arte que consiste en la creación de ropa masculina de forma artesanal, personalizada y a medida, o sea, exclusivamente de acuerdo con las medidas y preferencias de cada persona.
Un sastre, es la persona que tiene por oficio confeccionar a medida prendas de vestir principalmente, masculinas y, ocasionalmente, femeninas. Prenda femeninas esas, que tiene, casi siempre, un corte propio de las prendas masculinas, como, los trajes o las americanas.
La profesión de un sastre viene de lejos. Definida como una de las más antiguas del mundo, el término en inglés tailor existe desde 1297. En esa época la palabra definía la profesión como “cortador de tejidos”. De una forma u otra, el papel del sastre como conocemos hoy surgió junto con la tan hablada Moda.
La profesión de sastre nació con el Renacimiento, época en que empieza a surgir la preocupación en mostrar las formas del cuerpo, que el hombre pasó a dar más valor tanto al corte de la ropa como al tejido usado en su confección. A partir de ese momento, no era más cualquiera que conseguiría confeccionar su propia prenda. Era necesario un estudio mayor del cuerpo humano y de una persona más involucrada en el proceso y creación de la ropa. Fue ahí donde el papel del sastre creció en la sociedad – antes su importancia era la misma que la de un tejedor.
Un sastre necesitaba tener conocimiento de todo el proceso de creación de la ropa, desde el principio hasta el final. Él debería saber exactamente cuál es el valor de los tejidos y negociarlos, entender a la perfección todas las proporciones del cuerpo humano y muy importante, un sastre debería saber leer y escribir, algo que en aquel momento, ya lo colocaba en un nivel muy alto, en comparación con otros comerciantes. Además, el sastre tenía contacto directo con sus clientes de la alta burguesía y termina haciendo parte de los círculos sociales más estrictos y envidiados.
A partir de la Revolución Industrial, Londres se convirtió en la ciudad estrella para la sastrería, que, como forma de rebeldía, cambió las pelucas blancas por el pelo cortado y los brocados y terciopelos por los tonos sobrios de la lana. Ésa fue la época, responsable del nacimiento de los primeros dandis de traje completo y corbata, haciendo de Londres la ciudad de referencia en sastrería, con el foco principal en la tan famosa Savile Row Street, conocida hasta hoy por sus extraordinarias e históricas sastrerías.
La historia de Savile Row viene desde 1785, la calle londinense que hasta hoy, es conocida por sus respetadas y tradicionales sastrerías. En los años 60, existían más de 100 sastrerías, en los años 80, el número cayó a 50 y hoy no pasan de 20. Pero de todos modos, la calle sigue siendo un símbolo de la sastrería de calidad, hecha a mano con las mismas técnicas y cuidados desde el 1800.
El hombre moderno había surgido y el sastre era su mejor aliado. Los dandis eran el ejemplo perfecto de caballeros, cultos, educados y con un buen gusto que impresionaba a hombres y mujeres y se reflejaba en la sociedad.
La sastrería es el arte de crear ropa masculina, tales como trajes, pantalones, chalecos, camisas y muchas otras prendas, con corte perfecto y tejidos de gran calidad, que componen los visuales sociales y de black tie masculinos. Las piezas son creadas a la medida, personalizadas, exclusiva y artesanales.
Un sastre, cuida en detalle todos los acabados de una prenda.
Para ejercer la profesión de sastre, es recomendable calificarse a través de cursos, aprendiendo más que corte y costura, también ergonomía y modelado.
Las áreas de actuación de un sastre, hoy en día, son diversas. Existen:
- Los sastres autónomos, que trabajan por cuenta propia en sus talleres;
- Los sastres que trabajan en las industrias de la confección, normalmente como, responsables del modelado de las piezas que entrarán en la línea de producción en serie y por los acabados;
- Los sastres que trabajan en el comercio o para grandes cadenas de tiendas, responsables de los ajustes de las prendas, vendidas con tamaños estándar y luego ajustados al cuerpo después de adquiridas en las tiendas.
Un buen sastre normalmente desarrolla una clientela cautiva, y son considerados “consultores de moda”, sugiriendo y orientando a sus clientes en el uso adecuado de tejidos, cortes, caídas, etc, conforme las tendencias de la moda y características personales, como la silueta o el tonos de la piel.
En la actualidad, el término sastre también se utiliza para caracterizar ropa, aunque industrializada, que presentan el corte característico de las ropas masculinas producidas artesanalmente, con cortes rectos y precisos y tejidos clásicos.
References:
RAÚJO, Mário. Tecnologia da confecção. Fundação Calouste Gulbenkian. Lisboa, 1995
BREWARD, Chistopher. The Suit: Form, Function and Style. Reaktion Books, 2016
CRAWFORD, A. C. The art of fashion draping. Second Edition, Fairchild Publications. New York, 1998
LAVER, James. A Roupa e a Moda. Uma história concisa. Cia. Das Letras. São Paulo, 1996
WHITAKER, Sean. The Art of Tailoring: Making Your Project Methodology Fit. Project Management Institute, 2012
