Presentación de la Orden de Calatrava
La Orden de Calatrava fue una orden religiosa (de regla cisterciense) y militar española, fundada en 1164, en Calatrava, cerca de Ciudad Real. Su símbolo era una cruz de color roja. La misión de esta orden era la de combatir a los musulmanes, teniendo un importante papel en el proceso de reconquista de la Península. Uno de los puntos altos en la historia de la orden fue la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, momento en que establece su sede en un nuevo y más seguro castillo: la Fortaleza de Calatrava la Nueva. Es después de este momento cuando la Orden de Calatrava adquiere enorme poder y prestigio, el cual se mantiene a lo largo de todo el periodo de la Reconquista.
Tras su fundación algunos frailes se instalaron también en territorio portugués pero específicamente en Évora y en 1211 el rey de Portugal D. Alfonso II les dio los dominios de Avis, dando más tarde origen a la Orden de Avis.
En 1523 y a semejanza de lo que aconteció con órdenes militares en otros países, el Papa autorizó a la Corona Española a asumir el liderazgo de las Órdenes Militares que, en la práctica, significaba incorporarlas a la Corona.