Sistema Nervioso Simpático

El sistema nervioso simpático es una de las dos divisiones principales del sistema nervioso autónomo (SNA), siendo la otra el sistema nervioso parasimpático. El sistema nervioso simpático, también designado de reacción de “lucha o fuga”, por ser activado bajo condiciones de actividades vigorosas o de miedo, es la parte del sistema nervioso autónomo que se refiere especialmente a la preparación del cuerpo para reaccionar a situaciones de stress o de emergencia, que contiene principalmente fibras adrenérgicas y tiende a comprimir la secreción, a disminuir la contractilidad del músculo liso, a aumentar el ritmo cardíaco, a contraer los vasos sanguíneos y a aumentar la presión sanguínea. Estos cambios fisiológicos son proyectados para darnos una ventaja adicional para sobrevivir en situaciones de emergencia o en situaciones altamente estresantes. En cierto sentido, este sistema nos da superpoderes que están más allá de nuestras capacidades normales. Un ejemplo de esto mismo se da cuando, por ejemplo, vamos muy tranquilos en nuestro coche nuevo acabado de comprar, llegamos a una rotonda, paramos y cuando vamos a arrancar nos damos cuenta de que el coche en vez de andar hacia delante anda hacia atrás, es decir, metimos marcha atrás en vez de primera, pero para nuestra suerte, al retomar la marcha, nos damos cuenta de que las luces azules de un coche de policía nos comienzan a seguir. Tu cuerpo empieza a responder: comienzas a sudar mucho, el corazón comienza a latir cada vez más rápido, la respiración va aumentando. Lo que está sucediendo no es más que la activación del sistema nervioso simpático.

Como otras partes del sistema nervioso, el sistema nervioso simpático funciona a través de una serie de interconexiones entre las neuronas (neuronas simpáticas) siendo frecuentemente consideradas como parte del sistema nervioso periférico (SNP), sin embargo, existen muchas que se encuentran dentro del sistema nervioso central (SNC). El sistema nervioso simpático conecta los órganos internos con el cerebro a través de nervios espinales, y cuando son estimulados preparan el organismo para el stress a través del aumento del ritmo cardíaco, aumentando el flujo de sangre para los músculos y reduciendo el flujo de sangre para la piel.

Las neuronas simpáticas de la médula espinal (que forma parte del sistema nervioso central) comunican con las neuronas simpáticas periféricas a través de una serie de ganglios simpáticos. Dentro de los ganglios, las neuronas simpáticas de la médula espinal juntan las neuronas simpáticas periféricas a través de sinapsis químicas. Por lo tanto, las neuronas simpáticas de la médula espinal son llamadas neuronas pre-sinápticas (o pre-ganglionares), mientras las neuronas simpáticas periféricas son llamadas neuronas pos-sinápticas (o pos-ganglionares). En las sinapsis dentro de los ganglios simpáticos, las neuronas simpáticas pre-ganglionares liberan acetilcolina, un mensajero químico que se conecta y activa los receptores nicotínicos de acetilcolina en las neuronas pos-ganglionares. En respuesta a este estímulo, las neuronas pos-ganglionares liberan principalmente noradrenalina (norepinefrina). La activación prolongada puede provocar la liberación de adrenalina (epinefrina) a partir de la médula suprarrenal. Una vez liberada, la noradrenalina y la adrenalina se unen a los receptores adrenérgicos en los tejidos periféricos. Esta unión causa los efectos observados durante la reacción de “lucha o fuga”. Como ya se vio anteriormente, dentro de estos efectos se incluyen la dilatación de la pupila, el aumento de la sudoración (transpiración), aumento de la frecuencia cardíaca y aumento de la presión arterial. Los nervios simpáticos se originan dentro de la columna vertebral, comenzando en el primer segmento torácico de la médula espinal y se cree que se extienden hasta los segmentos de la segunda o tercera lumbar. Los axones de estos nervios dejan la médula espinal en ramas ventrales (rami) de los nervios espinales, y después se separan como “rami blanco” (así llamados por las vainas blancas brillantes de mielina alrededor de cada axón) uniéndose a dos cadenas de ganglios que se extienden juntamente con la columna vertebral por el lado izquierdo y derecho. Estos ganglios alargados son también conocidos como ganglios paravertebrales o troncos simpáticos.

Las hormonas que están envueltas en la activación del sistema simpático son la noradrenalina y la adrenalina; éstas son liberadas en respuesta a situaciones de emergencia dentro del cuerpo. Estas dos sustancias llevan muchas veces a lo que comúnmente es designado como “descarga de adrenalina”, que es el sentimiento de urgencia que aparece durante situaciones estresantes. Noradrenalina y adrenalina ayudan al organismo a trabajar en condiciones ideales para tales situaciones. Durante la activación inicial del sistema simpático, se libera primero la norepinefrina, como una hormona preparativa, haciendo con que el cuerpo esté preparado para las primeras etapas de la situación de emergencia. Esto también permite al cuerpo volver rápidamente a lo normal, sin entender si la situación es una falsa alarma. Sin embargo, en el caso en que las circunstancias exigen un desarrollo perfeccionado, entonces la epinefrina será liberada para aumentar estos efectos fisiológicos. Estas hormonas funcionan sinérgicamente (o en combinación) para activar el cuerpo.

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