Concepto de Guías Florales
Las angiospermas (plantas que producen flores) surgieron en el planeta hace cerca de 20 millones de años y trajeron como novedades evolutivas las flores y los frutos, lo que permitió a los animales de la época nuevas opciones de alimento. Son las flores las que abrigan los órganos reproductores de las angiospermas y la reproducción de esas plantas depende de la polinización, que puede ser mediada naturalmente por el viento, agua o animales.
Las flores cuya polinización es realizada por animales generalmente presentan atractivos que funcionan como una especie de recompensa, como grandes cantidades de néctar y polen que pueden ser usados para la alimentación del polinizador mientras este, inconscientemente, colabora con la reproducción de la planta al pasar de flor en flor. Sin embargo, flores de colores muy claras no son visualmente atractivas, entonces presentan “pistas” de dónde puede ser encontrada la recompensa. Esas “pistas” son las guías florales, marcas de colores bien contrastantes en relación a los colores de la flor que dirigen al polinizador hasta el lugar donde está el alimento.
Flor de camarón rojo con guías florales en evidencia. Foto: Eduardo Pigozzi
Algunas flores poseen guías florales que apenas consiguen ver algunos insectos, como las abejas que perciben la luz ultravioleta naturalmente. Sin embargo, otras flores poseen marcas que pueden ser avistadas a simple vista incluso por nosotros, como en las flores de camarón rojo (Justicia brandegeana) en que las guías florales representadas por manchas rojas se diferencian bastante de la coloración blanca de los pétalos.
