Concepto de Alelo Dominante
Alelo dominante es la designación atribuida a un alelo cuya expresión se sobrepone en relación con otros. Los seres vivos, al reproducirse, comparten sus cromosomas, es decir, su información genética con la descendencia.
En el caso de un ser diploide, los descendientes reciben cromosomas de ambos progenitores, es decir, los cromosomas de los seres diploides se encuentran por pares, siendo que en cada par existe un cromosoma del progenitor y otro de la progenitora. La mayor parte de la información que sigue a continuación se refiere a seres diploides, sin embargo, el comportamiento de los genes en seres poliploides es muy semejante.
Alelo:
El término alelo se refiere a una porción del ADN que se encuentra en un locus del conjunto de cromosomas homólogos. Esta designación fue introducida por Mendel, sin embargo, inicialmente no estaba asociada al ADN, estando apenas asociada a caracteres. La expresión de los alelos se debe a su conjugación entre alelos presentes en cromosomas homólogos.
En los individuos diploides, para cada característica existen por lo menos dos alelos que se encuentran en el mismo locus de cromosomas homólogos. En el caso de individuos poliploides, el número de alelos para cada característica puede ser mayor.
Cada individuo puede presentar una disposición diferente de alelos para determinado locus, pudiendo estos individuos ser homocigóticos o heterocigóticos, siendo que en determinados casos es necesaria la relación con alelos de otros locus para que una característica se exprese fenotípicamente.
Dominancia:
Un alelo dominante puede ser homocigótico o heterocigótico, es decir, en un ser diploide el alelo para la dominancia puede surgir en conjunto con otro alelo dominante o en conjunto con un alelo recesivo. Sin embargo, en cualquiera de los casos el fenotipo es el dominante, es decir, la característica expresada por el conjunto de los alelos (individuos diploides) es aquella asociada al alelo dominante, puesto que el alelo dominante se impone cuando está en relación con otro alelo.
En el caso de un alelo dominante unido al cromosoma sexual, si este alelo se encuentra en un cromosoma X tendrá siempre una expresión fenotípica. Puesto que en las mujeres existen dos cromosomas X, pudiendo existir mujeres heterocigóticas u homocigóticas para esa característica, pero en el caso del hombre habrá apenas un cromosoma X que será siempre expresado independientemente de ser dominante o recesivo.
El alelo dominante se representa con una letra mayúscula, generalmente la primera letra de designación de la característica. Por ejemplo en el caso de las plantas de guisantes de Mendel (semilla con color amarilla o verde), el alelo dominante era para el color amarillo, es decir, la representación para ese alelo sería A.
Este tipo de alelos puede ser autosómico o sexual, siendo que su comportamiento es semejante en ambos casos, pues el carácter dominante se sobrepondrá siempre en relación al alelo presente en el cromosoma homólogo. Los genotipos AA y Aa corresponden ambos al mismo fenotipo que expresa el carácter dominante.
El surgimiento de alelos dominantes puede no ser tan frecuente en una población como sería de esperar, pudiendo los alelos recesivos aparecer con una mayor predominancia que los alelos dominantes. A pesar de que el alelo dominante se sobrepone al alelo recesivo, no siempre esa dominancia es completa, pudiendo surgir más de un alelo dominante para determinada característica, esos casos dejan de ser considerados dominancia pasando a designarse codominancia.
En el caso de la codominancia, el descendiente posee simultáneamente las características de ambos progenitores, sin embargo, también puede ocurrir una dominancia incompleta. Al contrario de la codominancia, en la dominancia incompleta el fenotipo es completamente diferente del presente en ambos progenitores.
Los cruzamientos:
Los seres vivos se reproducen pasando sus características, información genética, a sus descendientes. El cruzamiento entre individuos homocigóticos dominantes dará origen a una nueva generación de homocigóticos dominantes.
En el caso de que el cruzamiento ocurra entre homocigóticos dominantes y homocigóticos recesivos, el resultado también será una generación que presenta característica dominante, sin embargo, su genotipo será heterocigótico.
El cruzamiento entre individuos de esa segunda generación, es decir, heterocigóticos, da origen a un elevado número de individuos con la característica dominante (tanto homocigóticos como heterocigóticos) y un pequeño número de individuos con la característica recesiva. Este comportamiento, de los alelos, fue demostrado por las experiencias de Mendel con la reproducción de las plantas de guisantes.
A pesar de que los cruzamientos entre alelos para un mismo locus contribuyen para el paso de información genética de los progenitores para sus descendientes, la transmisión de características depende de diversos cromosomas y no apenas de algunos alelos, como los ejemplos puedan aparentar.