Concepto de Adaptación
Adaptación es un proceso evolutivo durante el cual determinadas características de los seres vivos son seleccionadas para desarrollarse de forma a que mejore el rendimiento de los individuos en un determinado ambiente, en beneficio de la supervivencia de la población y, en última instancia, de la especie a la que pertenecen.
Es importante comprender que los individuos no adquieren esas características para adaptarse al medio ambiente en que se introducen, sino que las características adaptativas existen previamente en los individuos, muchas veces no representando una ventaja inmediata. Una modificación en el medio ambiente debido a una alteración abiótica o a la colonización de un nuevo hábitat por una población son, muchas veces, escenarios oportunos para que determinada características se vuelva clave para el mejor rendimiento del individuo en el nuevo ambiente. De esta forma, esa característica es considerada adaptativa y permanecerá en la población, ya que, los individuos que la poseen serán los más aptos y los que más contribuyan con su fondo genético para las generaciones siguientes.
Comúnmente, las adaptaciones son locales donde una población perfectamente adaptada a un determinado ambiente puede volverse menos adaptada si fuera expuesta a un ambiente diferente. Es por este motivo que se ha verificado en las últimas décadas una elevada tasa de extinción de especies. La actividad humana ha alterado las condiciones ambientales de forma tan rápida y drástica que las poblaciones naturales no tienen tiempo de desarrollar y perfeccionar innovaciones biológicas que acompañen el ritmo de las alteraciones antrópicas que ocurren.
Los episodios de adaptación son comunes en la Naturaleza y sin este fenómeno no sería posible la ocurrencia de la diversificación de especies y la colonización de nuevos hábitats. La radiación adaptativa de los mamíferos es un ejemplo que ilustra cómo un plano corporal ancestral semejante origina, por mecanismos adaptativos, la colonización de nuevos hábitats. Encontramos grupos de mamíferos que colonizaron ambientes diversos y desempeñaron funciones diferentes. El murciélago, por ejemplo, es un mamífero que colonizó el medio aéreo porque desarrolló la capacidad de volar a partir de la selección de formas pre-existentes que poseían huesos más largos en los miembros anteriores sirviendo de soporte a un pliegue de piel – la membrana alar.
Encontramos también en el mundo vegetal diversas adaptaciones exitosas que permitieron que las plantas colonizasen los hábitats más inhóspitos. Tomando como ejemplo el caso de las plantas halófitas. Estas plantas colonizan suelos de elevada salinidad y desarrollaron diversos mecanismos para evitar la pérdida de agua y mantener una baja concentración de sodio, como hojas carnudas de tamaño reducido con menor cantidad de estomas. Las plantas que colonizaron los manglares desarrollaron raíces aéreas – los neumatóforos – que permiten la absorción del oxígeno directamente de la atmósfera, ya que, el sustrato en que se sostiene es pobre en este elemento. Algunas de estas plantas poseen filtros especializados en las raíces que impiden la entrada de cerca del 80% de la sal presente en el agua.
Es común que existan adaptaciones específicas de climas extremos donde los desafíos a la supervivencia son comunes a diferentes grupos de organismos y las estrategias de supervivencia adoptadas son similares. Los animales que sobreviven en hábitats secos de las regiones áridas y desérticas desarrollaron estrategias semejantes para evitar la pérdida de agua, como la producción de heces secas y orina concentrada. En las regiones heladas del polo norte fue encontrada la misma respuesta al frío en diferentes organismos filogenéticamente no relacionados. Tanto peces como algunos insectos de estos hábitats extremamente fríos desarrollaron moléculas con propiedades anticongelantes capaces de prevenir la formación de cristales de hielo en las células impidiendo a sus tejidos congelarse.
El Mimetismo constituye también otra estrategia adaptativa de supervivencia vulgarmente utilizada por los animales. A través de este mecanismo de fuga a los depredadores el cuerpo de los animales se confunde con el ambiente que los rodea volviéndose elusivos, como sucede con algunos insectos que tienen el color y la forma de las hojas o ramas de los árboles envolventes.
Una de las adaptaciones más bizarras de la naturaleza es encontrada entre un conocido grupo de peces perteneciente al orden de los lophiiformes: el rape. Estos animales habitan el océano profundo donde no hay luz – la zona abisal. Podemos fácilmente imaginar lo raro y precioso que podrá ser el encuentro entre un macho y una hembra en la inmensidad oscura del océano profundo. Por esa razón, este grupo de peces desarrolló un mecanismo de reproducción único y radical. El macho, de dimensiones muy inferiores a las de la hembra, tiene como único propósito encontrar pareja. De esta forma, cuando finalmente la encuentra, se fija al cuerpo de ella para siempre agarrándose a su flanco con las mandíbulas. A partir de ese momento su cuerpo va degenerando a lo largo del tiempo, exceptuando los órganos reproductores que permanecen agarrados a la hembra para garantizar la reproducción de la especie. Este macho reducido a gónadas, consigue sobrevivir porque pasa a ser nutrido por el sistema circulatorio de su pareja. A través de este peculiar mecanismo adaptativo es asegurada la reproducción y su perpetuación de la especie en un ambiente extremo.