La Cuestión del Análisis Profano publicado en 1926 por el médico psicoanalista Sigmund Freud, saca a la luz las cuestiones más burocráticas referentes al ejercicio del psicoanálisis. Creado alrededor de 1900, el psicoanálisis es abordado en 6 capítulos en forma de diálogo del autor con un interlocutor en un sistema de preguntas y respuestas.
La preocupación de Sigmund Freud sobre el ejercicio del psicoanálisis surge por el fantasma del charlatanismo que recayó sobre Theodor Reik, aprendiz del psicoanálisis Freudiano, a partir de una queja hecha por un ex-paciente.
En los primeros 4 capítulos el autor argumenta la ciencia psicoanalítica en toda su extensión teórica y en el último capítulo, Sigmund Freud aborda la formación en psicoanálisis en aquella época. Menciona el BPI- Berlinder Psychoanalytisches Institut, la formación en Viena y también en Londres, defendiendo que el psicoanálisis debería ser una área de medicina y que el registro psíquico debería ser entendido de forma autónoma y separada del registro físico. Argumenta que la enseñanza del psicoanálisis debería abarcar no sólo conocimientos médicos sino también mitología, literatura e historia de las civilizaciones, a semejanza de lo que él mismo consideraba como análisis y fundamento para describir y publicar artículos y obras sobre el psiquismo humano a lo largo de décadas.