El deísmo es la perspectiva que considera posible descubrir a Dios a través de la razón.
El Deísmo es la perspectiva que considera posible descubrir a Dios a través de la razón pero que concibe a Dios como un ser puramente racional y no como persona.
Las raíces del deísmo están ligadas a antiguos filósofos griegos y particularmente a la filosofía aristotélica. Más tarde, el movimiento florece durante el Iluminismo, con el apoyo de científicos británicos e italianos como Isaac Newton y Galileo Galilei.
Esta perspectiva niega la Providencia divina, defiende que entre el hombre y Dios no existe relación personal y defiende que Dios creó el mundo pero que a partir de ahí lo dejó a su suerte.
Los deístas, al contrario de los teístas y de los fideístas, se niegan a aceptar cualquier forma de revelación como fuente de conocimiento de Dios. Para ellos, los únicos conocimientos legítimos sobre la naturaleza de Dios son los que derivan de procesos racionales de investigación.
El deísmo, igual que el teísmo, afirma que existe un Dios personal y transcendente que creó el mundo y que estableció las leyes que lo rigen, pero que al contrario del teísmo, niega que Dios intervenga en el curso de los acontecimientos del mundo sea de la manera que sea y que responda a las oraciones y necesidades humanas.
Los deístas también rechazan la existencia de eventos sobrenaturales pues para los mismos, esos eventos, no son aceptables como verdades racionales.
Algunos deístas famosos en la historia son: Benjamin Franklin, George Washington, J. K. Rowling, John Locke, Voltaire, Thomas Jefferson y James Madison.