Explicación del concepto a posteriori a partir de su contrario:
Para que comprendamos el concepto a posteriori es fundamental entender su antítesis, es decir, el concepto de a priori. Este último significa que algo antecede o es independiente de la experiencia, mientras que el primero sólo puede ser empírico. Estos dos conceptos son esencialmente usados para trazar una distinción entre (1) dos modos epistémicos de justificación, en conjunto con distinciones derivadas entre (2) tipo de proposiciones, (3) tipo de conocimiento, y (4) tipos de argumentos. Son igualmente usados para indicar la distinción entre (5) dos modos a través de los cuales un concepto o una idea puede ser adquirida.
- Una creencia o declaración se dice que es justificada a priori caso su justificación epistémica no dependa completamente de la experiencia sensorial; al contrario, si su justificación depende necesariamente de tal experiencia, se dice que es justificada a posteriori o empíricamente. Esta distinción específica se relaciona apenas con la justificación de la creencia, y no con la forma como los conceptos constituyentes son adquiridos; así, no es ninguna objeción afirmar que una creencia adquirida a priori necesita una justificación empírica. Está claro que la noción relevante de experiencia incluye la experiencia introspectiva y sensorial, así como sinestésica. Igualmente clara es la noción de que la construcción de una experiencia, en sentido amplio, equivale a una labor consciente constante que invalidaría el sentido de la distinción, pues este presupuesto presume que la justificación a priori implica alguna forma de justificación. Comprendido de este modo, el concepto de a priori es esencialmente negativo, especificando la justificación de una creencia en aquello de lo cual ella no depende pero al mismo tiempo sin indicar lo que determina la creencia.
- La proposición que constituye el contenido de una creencia justificada a priori es siempre referida como una proposición o verdad a priori. Esta aplicación es siempre atribuida a cualquier proposición susceptible de ser el contenido de tal creencia, aunque detenga o no este estatuto.
- Si adicionalmente siendo justificada a priori o a posteriori, una creencia también fuera verdadera y satisficiera cualesquiera condiciones posteriores necesarias para que esa proposición constituya conocimiento, ese conocimiento será por derivación caracterizado como a priori o a
- Un argumento deductivo válido que también satisface la condición de que cada premisa sea justificada a priori es referido como un argumento a priori. Esta denominación es aplicada a veces a argumentos que declaran poseer este estatuto, aun cuando la certeza de esta declaración sea puesta en cuestión.
- Además de los usos catalogados que derivan de la distinción entre modos de justificación, los términos a priori y a posteriori también usados para distinguir dos modos en que un concepto o idea puede ser adquirida por un individuo. Una idea o concepto a posteriori es una idea derivada de la experiencia, a través de un proceso de abstracción o definición ostensiva. Por el contrario, un concepto o idea a priori no deriva de la experiencia, no requiriendo presuntamente cualquier experiencia particular para ser realizada. Los racionalistas clasificaron los conceptos a priori como innato o implantados en la mente por Dios, o (de acuerdo con visiones contemporáneas) resultando de la evolución humana: los conceptos típicamente interpretados de este modo, abarcan el concepto de substancia, causación, Dios, necesidad, infinitud, entre otros. Los empiristas, al contrario, defienden que todos los conceptos resultan de la experiencia.
946 Visualizações 1 Total
References:
- Rosenberg, Alex (2012), Philosophy of Science: A Contemporary Introduction, London, Routledge.
