Concepto de Glándula Sublingual
Las Glándulas Salivares Sublinguales son las glándulas que se sitúan, como el nombre indica, debajo de la lengua, en el suelo de la cavidad oral, junto al músculo milohideo. Es una glándula mixta que tiene forma de almendra. Es una glándula mixta, en número par, pero con predominancia de células mucosas y pesa cerca de tres gramos. Tiene cerca de ocho a veinte ductos, llamados Rivinus. El ducto principal de esta glándula es el ducto de Bartholin que se une a las glándulas submandibulares para drenar saliva mucosa. El resto de los conductos de apertura, en diferentes partes de la boca y saliva secretan a través de pequeños tubos. Entre las Glándulas salivares mayores, ésta es la más pequeña y la que tiene una encapsulación más difusa. Es responsable por la secreción de cerca del 5 por ciento de la saliva total de la cavidad oral. Ellas están situadas anteriormente en relación a la glándula salivar submandibular. Así como las restantes glándulas, ésta participa en la humidificación de la cavidad oral, en especial de la lengua. Junto con la Glándula Submandibular es la principal responsable por el hecho de que el quinto forme tártaro con tanta facilidad porque la secreción de saliva de esta glándula expone a los dientes a un ambiente rico en calcio, teniendo la tendencia a calcificar con facilidad la placa bacteriana. Eso exige que cada día se elimine la placa bacteriana, tanto a través del cepillado, como a través de la utilización del hilo o cinta dental. Así como las restantes glándulas salivares es enervada por el nervio facial, y controlada por el sistema nervioso autónomo. Sin embargo, diferentemente de las otras dos glándulas mayores, ésta sólo aparece a las ocho semanas de desarrollo prenatal, dos semanas más tarde que la glándula salivar submandibular, la parótida y las glándulas salivares minores.
Durante la noche, aunque la secreción salivar de la sublingual, como de las restantes glándulas disminuye drásticamente, lo que causa la boca seca por la mañana y el mal aliento. Cuando despertamos, las glándulas vuelven otra vez a la actividad y rápidamente consigue restablecer la cantidad normal de saliva en la cavidad oral.
Es muy frecuente que la glándula salivar desarrolle ránulas, es decir, una tumefacción de tejido conjuntivo patente en el suelo de la cavidad oral, de origen traumática, bacteriana o viral, que causa dolor. Esto es causado, normalmente, por una ruptura en el ducto de la glándula. Las ránulas pueden ser sintomáticas o asintomáticas. Además de la tumefacción pueden tener color azulado. Generalmente ellas son unilaterales y además de la tumefacción pueden ser experimentados dolores e incluso un edema de los ganglios linfáticos. Es más frecuente en niños y adolescentes.
Tanto los mucoceles, como las ránulas, como los cálculos, como las paperas pueden aparecer en cualquiera de las glándulas, y todos estos problemas, además de causar dolor pueden dificultar la deglución puesto que la disminución de la saliva en la boca dificulta la insalivación de los alimentos.
Para mantener una buena salud de las glándulas salivares, hay pocas precauciones específicas a tomar, sin embargo, ésta pasa por hábitos saludables y por evitar la depresión, y evitar comportamientos de riesgo. Algunos comportamientos a evitar son contactar con personas con paperas, compartir cepillos de dientes, y tener cuidado con los besos, puesto que el intercambio de fluidos salivares promueve el intercambio de bacterias que pueden ser responsables por infecciones en las glándulas salivares o incluso por la caries dental y enfermedad periodonto. Es importante también verificar los efectos secundarios de los medicamentos y reportar al médico asistente cuando se note una disminución de la cantidad de saliva en la cavidad oral.
De esta forma, así como existe la xerostomía, que es la disminución de la saliva en la cavidad oral, existe lo contrario que es la sialorrea o hipersalivación, donde existe un aumento de la cantidad de saliva en la cavidad oral. Ésta puede ser causada por varios factores, tales como pancreatitis (es bastante frecuente que los diabéticos tengan sialorrea), reflujo gástrico (la sialorrea será importante para el mantenimiento del PH en la cavidad oral), úlceras orales (para tener un efecto anestésico sobre la úlcera), infecciones orales y durante el embarazo. También algún medicamento puede provocar alteraciones en la saliva. El cepillado y la utilización de colutorios en estos casos puede dar la sensación de limpieza. El tratamiento pasa por tratar la causa del aumento de saliva.