Las células estaminales, también denominadas células precursoras o células madre, son células con capacidad para dar origen a las células especializadas que constituyen los diferentes tejidos y órganos de nuestro cuerpo. Al final, funcionan como un sistema de autorenovación y reparación continua del cuerpo, sustituyendo ininterrumpidamente otras células y permitiendo una renovación constante, dado a su enorme capacidad de multiplicarse y de diferenciarse. El cuerpo humano está constituido por más de 70 trillones de células de diferentes tipos, siendo cada una de ellas especializada en funciones específicas. Así, cada órgano de nuestro cuerpo está repleto de millones de células, específicamente células sanguíneas, células nerviosas, células musculares, etc. La especialización celular es un proceso continuo y transcurre a lo largo de toda la vida.
Caraterísticas de las células estaminales:
- Diferenciación (capacidad para transformarse en diferentes tipos de células especializadas)
- Autorenovación (capacidad de crear nuevas células estaminales)
- Proliferación (capacidad de dividirse indefinidamente)
Estas características conceden a las células la capacidad de reparación de tejidos dañados y la renovación celular, siendo por ello, tan importantes en el tratamiento de varias enfermedades. A estas características, recientemente fue añadida la plasticidad. A través de trabajos experimentales se probó que las células estaminales pueden ser manipuladas en laboratorio sin perder las capacidades funcionales.
En nuestro cuerpo, son varias las fuentes de células estaminales:
- Cordón Umbilical (sangre y tejido);
- Tejido Adiposo;
- Médula Ósea;
- Sangre Periférica.
Clasificación de las células estaminales
Podemos clasificar las células estaminales,
Según su origen en:
- Embrionaria
- No embrionaria (fetales y adultas),
Según el tipo de especialización en:
- De la piel, epiteliales, etc.
Según sus potencialidades, es decir, su capacidad de diferenciación en:
- Totipotentes (células totalmente indiferenciadas, y corresponden al estadio con la máxima capacidad de diferenciación, pues es a partir de ellas que se forman todos los otros tipos de células que componen un ser humano adulto);
- Pluripotentes (células que se consiguen diferenciar en células derivadas de las diferentes capas embrionarias (mesodermis, endodermis y ectodermis);
- Multipotentes (células limitadas en su capacidad de diferenciación, por el hecho de sólo originar células de su linaje embrionario pero no de otros linajes).
Las células estaminales embrionarias se encuentran en el embrión y pueden dar origen a cualquier tipo de célula del organismo (totipotentes). Estas células son totalmente indiferenciadas, por lo que es a partir de las células estaminales embrionarias que se forman todos los otros tipos de células que componen el cuerpo humano. El huevo fertilizado o cigoto es el tipo de célula estaminal con mayor potencial de diferenciación, dando origen a los tejidos que constituyen el embrión así como a los tejidos esenciales al desarrollo embrionario (cordón umbilical y placenta). Las células estaminales no embrionarias son responsables por regenerar tejido dañado y se encuentran en el cuerpo humano adulto, concretamente en la médula ósea, en los vasos sanguíneos de la sangre periférica, entre otros. Al contrario de las células estaminales embrionarias, no consiguen originar todos los tipos de células (multipotentes). Las características inherentes a las células estaminales hacen de éstas objeto de intensas investigaciones, pues actualmente ya pueden ser utilizadas en la terapia de más de 80 enfermedades (leucemias agudas, leucemias crónicas, anomalías hereditarias de los eritrocitos y de las plaquetas, anemias – síndromes mielodisplásicos, enfermedades mieloproliferativas, linfomas, enfermedades hereditarias del sistema inmunitario, enfermedades metabólicas hereditarias, enfermedades inmunitarias del sistema inmune, …). Actualmente es posible realizar la recogida de células estaminales para fines medicinales, a partir del cordón umbilical, de la médula ósea y por la movilización en la sangre periférica.
