Concepto de cactus Alucinógeno
Los alucinógenos son sustancias que provocan percepciones inexistentes o que generan una distorsión de la percepción de lo que nos rodea (ilusiones), sin producir pérdida de consciencia, cuando se toman en dosis no tóxicas. Éstos tienen la capacidad de producir efectos psicodislépticos (alteraciones en la percepción sensorial), psicodélicos (alteraciones de la percepción objetiva de lo que nos rodea y, por tanto, alteración del nivel de consciencia) y psicoticomimétricos (alteración del curso de pensamiento asociado a la aparición de sintomatología psicótica). Se cree que diversos sistemas de neurotransmisores pueden presentar un papel importante en la génesis de las alucinaciones, entre ellos los sistemas dopaminérgico, serotoninérgico y colinérgico.
Existe una amplia gama de hongos y plantas medicinales, ricas en sustancias alucinógenas, que se aplican con propósitos místicos y medicinales provocando síntomas neurotóxicos. Son principalmente utilizadas por culturas indígenas con los propósitos referidos, sin embargo, actualmente su consumo se extendió por todo el mundo. Entre esas plantas pueden encontrarse varios cactus alucinógenos, como por ejemplo el cactus Peyote y el cactus de S. Pedro. El cactus Peyote (Lophophora williamsii) es un cactus pequeño y sin espinas. Su extracto líquido (cuyo mayor principio activo es la mescalina) se aplica para tratar y curar heridas de la piel, mordeduras de serpientes y escorpiones, intoxicaciones por estramonio (o higuera del infierno) y como antiemético (medicamentos asociados de síntomas relacionados con la fatiga, náuseas y vómitos) y analgésico, entre otros usos. El cactus de S. Pedro pertenece al género Trichocereus y es un alucinógeno potente cuyo principio activo es, tal como en el cactus Peyote, la mescalina. La mescalina es rápidamente absorbida tras su administración oral. Se concentra en los riñones, hígado y bazo. Cerca del 90% de la dosis es excretada en la orina en 24 horas, y actúa estimulando las áreas corticales, visuales y de asociación, alterando la consciencia. Una intoxicación con mescalina ocurre con una concentración de ~3,75mg/Kg (Halpern, 2004), provocando alucinaciones en el ser humano en dosis iguales o superiores a 5mg/kg. El mecanismo de acción de la mescalina es semejante al del LSD o del psilocina, que actúan como un agonista parcial de los receptores de serotonina o 5-Hidroxitriptamina (5-HT). Existiendo la posibilidad de que el LSD mimetice las acciones de la serotonina, esta hipótesis fue después expandida para incluir alucinógenos de fenetilamina, como la mescalina. Ésta, aunque sea estructuralmente diferente de la serotonina, desempeña efectos clínicos semejantes all LSD.
En cuanto a sus efectos, se sabe que algunos pacientes no tienen alucinaciones tras ingerir la infusión del cactus de S. Pedro durante rituales. Sin embargo, otros ven luces o estrellas. Cuando uno de ellos ‘ve’, significa que está teniendo alucinaciones intensas.
References:
- Aghajanian G.K., Marek G.J, (1999). Serotonin and Hallucinogens. Neuropsychopharmacology , 21:16S–23S.
- Carod-Artal F.J., (2003). Síndromes neurológicos asociados con el consumo de plantas y hongos con componente tóxico (II). Hongos y plantas alucinógenos, micotoxinas y hierbas medicinales, REV NEUROL; 36: 951-60.
- Carod-Artal F.J., Vázquez-Cabrera C.B., (2006). Mescalina y ritual del cactus de san Pedro: evidencias arqueológicas y etnográficas en el norte de Perú. REV NEUROL;42:489-98.
- Halpern J.H., (2004). Hallucinogens and dissociative agents naturally growing in the United States. Pharmacology & Therapeutics 10;2 131– 138.