Teoría Z, escrito en 1981 por William Ouchi, que dio el subtítulo de “The Japanese Challenge”, tuvo una fuerte influencia en el fascino occidental por el estilo de gestión japonesa a lo largo de la década de los 80 y años siguientes. En su obra, Ouchi tomó como punto de partida las Teorías X e Y de Douglas McGregor y se inspiró en las prácticas japonesas de “empleo para toda la vida” y a sus valores empresariales tales como la remuneración basada en la antigüedad y el sindicalismo por empresa, enfocando la Teoría Z en la lealtad del colaborador para con su empleado. De acuerdo con William Ouchi, la práctica de una gestión basada en la Teoría Z tiende a promover el empleo estable, a elevar la moral y grado de satisfacción de los colaboradores y, de esa forma, elevar productividad.