Presentación de la Teoría de las Imperfecciones de Mercado
Las Teorías de las Imperfecciones de Mercado asocian la existencia de las multinacionales a las imperfecciones de mercado. Hymer y Kindleberger, dos de los principales defensores de estas teorías argumentan que la motivación para que las empresas se internacionalicen está en el hecho de poseer ventajas en su mercado de origen y en que buscan explorar otros mercados.
Hymer procura explicar cómo una empresa extranjera, con conocimiento limitado de las condiciones locales, puede competir con éxito en el mercado local. Según él, la empresa al entrar en un mercado desconocido tiene una desventaja que se traduce en costes adicionales para lidiar con un nuevo encuadramiento por lo que, para suplantarlo, debe poseer ventajas de propiedad de cara a la competencia.
Esta teoría considera que las imperfecciones del mercado y la diferenciación de la empresa, que posee ventajas comparativas, son factores catalizadores de la inversión directa en el extranjero. Son consideradas como imperfecciones de mercado:
- Imperfecciones en los mercados de bienes (marcas, skills de marketing, diferenciación del producto);
- Imperfecciones en los mercados de factores (capacidades exclusivas de obtención de recursos, skills de gestión y tecnología);
- Imperfecciones en la competencia dadas a las economías de escala internas y externas;
- Imperfecciones en la competencia causada por políticas gubernamentales que procuran atraer inversión.
Caves identifica como ventajas de las empresas multinacionales las competencias de gestión, la marca o reputación, las tecnologías patentadas y las economías de escala. Por otro lado, Knickerbocker procura explicar la internacionalización de las empresas con base en la imitación de la competencia, en la denominada Teoría de la Reacción Oligopolista. Así, en mercados olipolistas las empresas tienden a imitar el comportamiento de los competidores para minimizar el riesgo e incerteza (efecto “imitación” de la empresa líder, es decir, “follow the leader”).
En la misma secuencia de ideas, Graham refiere que la inversión en el extranjero representa un intercambio de amenazas entre empresas oligopolistas que, para reducir su incerteza, imitan a rivales.