Concepto de Sociedad del Conocimiento
Como es evidente para todos y ampliamente defendido, desde hace algunas décadas, utilizando los términos de Peter F. Drucker, se ha verificado una tendencia cada vez más acentuada para la transformación del trabajo tradicional en trabajo del conocimiento. Diversos factores, de los cuales se destaca la globalización de la economía a nivel mundial, proporcionada en gran parte por los avances tecnológicos a nivel del tratamiento y transferencia de información y a nivel de los transportes y de la movilidad de personas y bienes, han contribuido para una profunda transformación en el interior de las organizaciones. Las personas se han convertido gradualmente en su principal activo; han dejado de ser meros ejecutantes de tareas decididas y ordenadas por los decisores de la cima de la organización, para pasar a constituir parte integrante en la toma de decisiones. Se avanza así gradualmente de una era dominada por la tecnología para una era dominada por el conocimiento.
Por lo tanto estamos siendo testigos de la llegada de una sociedad basada en las organizaciones y cuyo mayor activo es el conocimiento. Esta realidad tiene dos implicaciones fundamentales que debemos retener, dada su importancia y la forma como condicionan las relaciones de las organizaciones con su envolvente externa y en su propio interior, concretamente entre sus funcionarios. De esta forma, los tradicionales factores productivos, aún muy utilizados por los economistas, como la tierra, el trabajo y el capital, vienen gradualmente dando lugar, en términos de importancia económica, al conocimiento de los individuos. Es obvio que las organizaciones y las economías en general no pueden producir sin los tradicionales factores productivos, pero también es cierto que existiendo individuos con conocimiento especializado, estos factores pueden ser obtenidos más fácilmente en el mercado. Las implicaciones de esta nueva realidad son de extrema importancia para las organizaciones pues ahora son los trabajadores del conocimiento que poseen y controlan el principal factor productivo – su propio conocimiento – lo que os hace mucho más independientes e con mucho mayor grado de movilidad. Esta situación coloca así un nuevo e importante desafío a las organizaciones y a sus responsables, concretamente el de saber crear las condiciones necesarias para garantizar la lealtad de sus trabajadores e, por esa vía, asegurar su manutención.