Resumen del Libro “Small is Beautiful”
Small is Beautiful es el título original escrito del libro escrito en 1973 por Ernst Fritz Shumacher, en que éste defendía la producción en pequeña escala, llendo en contra de la mentalidad empresarial predominante en aquel momento y basada en el gigantismo de las empresas. Desafiando la doctrina de especialización económica, tecnológica y científica, propone un sistema intermedio basado en pequeñas unidades de trabajo, en la propiedad comunal local y regional y en la utilización de los recursos y de la mano de obra local.
A pesar de convertirse rápidamente en un best-seller sorprendente, apenas cerca de 20 años más tarde las ideas defendidas por Shumacher comenzaron a tener traducción efectiva en la realidad, convirtiéndose el título del libro en una verdadera máxima de gestión. Las ventas mundiales de la obra alcanzaron los 4 millones de copias.
El libro de Shumacher tuvo también un fuerte impacto fuera del área da gestión, habiéndose transformado en una verdadera biblia de la ecología, con diversas apelaciones a la consciencia social. Persuadiendo a los países occidentales a no introducir tecnologías que consumiesen los combustibles en las naciones pobres, era a favor de soluciones más adaptadas a la realidad de esos países, como por ejemplo la utilización de bueyes, en vez de tractores, eliminadores de empleos.
Algunos extractos del libro:
“(El economista actual) está habituado a medir la ‘calidad de vida’ por la cantidad de consumo anual, asumiendo siempre que una persona que consume más vive mejor que una persona que consume menos. Un economista budista consideraría este enfoque excesivamente irracional: ya que el consumo es apenas un medio para alcanzar el bien estar humano, el objetivo debería ser el de obtener el máximo de bienestar con o mínimo de consumo. … Cuanto menos trabajo haya, más tiempo y energía sobra para la creatividad artística. La economía moderna, por otro lado, considera el consumo como el único fin y objetivo de toda la actividad económica. “
“Es claro, por tanto, que una economía budista debe ser bastante diferente de la economía del materialismo moderno, ya que el budista ve la esencia de la civilización, no en la multiplicación de las necesidades, si no en la purificación del carácter humano. El carácter, a su vez, se forma primariamente por el trabajo del hombre. Y el trabajo, conducido de forma apropiada en condiciones de dignidad y libertad humanas, bendice aquellos que lo hacen e igualmente a sus productos.”
“Máquinas cada vez mayores, implicando concentraciones cada vez mayores de poder económico, y ejerciendo violencia creciente sobre el ambiente, no representan progreso: son una negación de la sabiduría. Sabiduría exige una nueva orientación de la ciencia y de la tecnología en la dirección de lo orgánico, de lo suave, de lo no violento, de lo elegante y de lo bello.”