El plazo medio de cobro es un indicador de actividad que pretende medir el grado de eficiencia con que la empresa es la gestión de su política de crédito de los clientes. Cuanto mayor sea el periodo medio de cobro, menor será la eficiencia de la política de crédito. Por otra parte, cuanto mayor es la distancia entre los ingresos reales de Mediano Plazo y el plazo medio de pago concedido, menor será la eficacia de la empresa en términos de recaudación.
El período medio de cobro se calcula dividiendo el importe medio de los préstamos a los clientes por las ventas totales (más los impuestos adeudados a la empresa por los clientes, en particular IVA) en un periodo de tiempo determinado. El indicador puede entonces ser convertido en días, semanas o meses, simplemente multiplicando el resultado por 365, 52 y 12, respectivamente (suponiendo por supuesto que el período fue considerado un año).
Si una empresa aplica una política de crédito más estrictas, el período medio de cobro disminuye. Sin embargo, las ventas tienden a disminuir debido a que algunos clientes se volverán a otros proveedores con políticas de crédito más flexibles. Por lo tanto, las decisiones de crédito de los clientes deben tener en cuenta estas dos variables.
Una alternativa para el período medio de cobro para medir la eficiencia de una empresa en la gestión de sus préstamos a los clientes es el índice de rotación de clientes que mide el número de veces que la cantidad de crédito a los clientes se convierten en ventas durante un determinado período de tiempo.