Los Diez Principios de Liferazgo de Nemoto (también conocidos como “Los Proverbios de Nemoto”) son el resultado de una recopilación de los principios de gestión creados por Masao Nemoto, director general de Toyota. Masao Nemoto fue uno de los grandes responsables por emplear esfuerzos para desarrollar el control total de la calidad y la introducción de métodos de producción Just-in-Time en la Toyota. En este proceso observó que los gestores presentaban muchas veces estilos de liderazgo que entraban en conflicto con los objetivos del control de calidad y dificultaban el funcionamiento de los circuitos de calidad. Con el objetivo de invertir esta situación, Nemoto escribió sus principios de gestión, distribuyéndolos a sus colaboradores siempre que éstos asumían una nueva posición.
Tal y como hacía Nemoto, estos principios deber ser usados para que los gestores sepan lo que se espera de ellos en el momento de la implementación de programas de mejora de calidad. Al contrario de la mayoría de los programas de calidad, que, desde la definición de los controles de calidad hasta el control estadístico inciden sobre los colaboradores de escalones jerárquicos más bajos, el método Nemoto incide sobre los colaboradores de escalones jerárquicos superiores.
Principios de Liderazgo de Nemoto:
- Mejora Sucesiva: los gestores deben procurar continuamente formas de mejorar el trabajo de sus subordinados, para eso deben crear un ambiente propicio a la mejora.
- Coordinación entre Departamentos: los gestores de divisiones, departamentos y filiales deben compartir responsabilidades; según Nemoto, una de las funciones más importantes de un gestor de división es la de mejorar la coordinación entre su división y las otras – si el gestor no fuera capaz de realizar esta tarea, entonces deberá trabajar en otra empresa.
- Todos Hablan: esta es la norma que guía a los supervisores del control de calidad asegurando la participación y aprendizaje por parte de todos los miembros de la organización; escuchando la opinión de todos, la gestión de la cumbre puede crear planos realistas y que tienen el apoyo de todos los que los deben implementar, un elemento esencial en los programas de calidad.
- No Reprender: este es un concepto extraño para la mayoría de los gestores; según este principio, la política que rige a los superiores jerárquicos deberá ser la de evitar el criticismo y los castigos amenazadores cuando son cometidos errores; esta es la única forma de asegurar que los errores son inmediata y completamente relatados de forma a que las causas básicas (en cuanto a procedimientos y a procesos) puedan ser identificadas y corregidas pues la atribución de culpa a quien confiesa errores desanima el relato de los fallos y vuelve difícil la identificación y análisis de las causas subyacentes.
- Certificación de que todos entienden el trabajo: es importante dar destaque a la capacidad de enseñanza y técnicas de exposición de materias; los gestores deben desarrollar sus capacidades de exposición y transmisión del trabajo a sus subordinados para que la colaboración sea total y eficaz.
- Rotar a los Mejores Funcionarios: la organización debe tener una política de rotación que permita a los colaboradores adquirir formación; existe una tendencia para las organizaciones no rotar a sus mejores colaboradores pero, a largo plazo, existen enormes beneficios con esta rotación.
- Una orden sin plazo no es una orden: esta regla es utilizada para asegurar que los gestores dan siempre un plazo o calendario orientativo a los trabajos; los funcionarios deberán ser instruidos para ignorar pedidos no acompañados de plazos; la lógica es que sin un plazo establecido las tareas quedan mucho más alejadas de su cumplimiento.
- La simulación es una ocasión ideal para el entrenamiento: los gestores y supervisores entregan numerosos informes y presentaciones; por ejemplo, en un programa de control de calidad existen varios informes de evaluación – según Nemoto, los gestores deben centrarse en la simulación de informes y presentaciones – el tiempo gastado en esas simulaciones debe ser usado para aprender técnicas de presentación y para explorar problemas o para aclaración del mensaje.
- La inspección es un fracaso si la gestión de la cumbre no actúa: la idea subyacente a este principio es la de que la gestión debe presentar soluciones específicas siempre que un problema es detectado o relatado; el no actuar o delegar esta tarea (tipo: den lo mejor para resolver el problema) es ineficaz.
- Preguntar a los subordinados “¿qué puedo hacer por ti?”: esta es una forma de crear oportunidades para ser escuchado en la cumbre; si los colaboradores creen que los gestores superiores se disponen a resolver los problemas, quedarán más optimistas relativamente a la resolución de problemas y llevarán los objetivos de gestión más en serio.