El coaching es más una buzzword recientemente creado en la gestión / liderazgo y representa las actuaciones del líder a ayudar a su personal a descubrir su propio camino de auto-desarrollo. Por lo tanto, ya no es líder que descubre lo que es mejor para su personal – cada uno de ellos tiene que descubrir su mejor camino. Al líder sólo compite ser el elemento facilitador, seguir y ayudar a cada trabajador a descubrir la mejor manera de expresar sus talentos con el fin de alcanzar mejor los objetivos personales y colectivos.
Visto lo anterior, el coaching puede ser tomado como un proceso que tiene como objetivo fomentar en el trabajador, el conocimiento de uno mismo y ayudar a crear este deseo de mejorar con el tiempo. Es, por tanto, una filosofía de liderazgo que se basa en la suposición de que las habilidades de adquisición y desarrollo son procesos continuos y de la responsabilidad de todos, y no sólo incidentes aislados y limitados en el tiempo y conducidos por la dirección.
En la práctica, el coach ayuda a sus empleados a aprender, a descubrir las áreas de mayor potencial de desarrollo, a desarrollar su inteligencia emocional, a tomar decisiones, a establecer sus propias metas, para analizar sus propios errores, así como sus causas y formas de corregirlos, le proporciona información y consejos para ayudarle a hacer elecciones y tomar decisiones: en resumen, el coach está al servicio de su empleado – no lo controla.
Cómo operacionalizar un proceso de coaching con el apoyo de un coach profesional?
- La primera fase es la conciencia de la necesidad y los beneficios de la entrada en un proceso de coaching. La imposición de un proceso de este tipo difícilmente traerá resultados positivos, de ahí la necesidad de este primer paso.
- La segunda fase es la selección del coach, que debe tener un amplio conocimiento del contexto profesional de su coachee, siendo también necesaria la existencia o creación de la empatía entre el coach y coachee.
- La tercera fase del proceso es la definición del acuerdo, incluyendo el compromiso mutuo de normas tales como el calendario, la duración y el lugar de las reuniones, sesiones de follow up, etcétera.
- La cuarta fase es el proceso de analizar el perfil personal y profesional del coachee, es importante tener en cuenta el grado de madurez personal y profesional del coachee para evitar las consecuencias negativas de ningún conocimiento previo.
- La quinta fase es la promoción de la conciencia de sí mismo haciendo preguntas que estimulen la reflexión y que permite la identificación de las actitudes, creencias, valores, estereotipos, las capacidades y habilidades del coachee. En esta etapa el coach ayudará al coachee para identificar las barreras que dificultan su desempeño y que puede ser el miedo, la falta de interés, costo / beneficio o incluso la incompetencia o la ignorancia.
- La sexta fase corresponde al apoyo del coach al coachee con el fin de movilizarlo para el cambio necesario. Esta es también la etapa de establecer el compromiso del coachee con los objetivos.
- La séptima y última etapa del proceso es la fase de seguimiento y feedback, que es esencial en la consecución de los objetivos del coachee establecidos, incluso si tienen que ser reajustados.