Concepto/Definición de Agregado Monetario
Los Agregados Monetarios son las medidas de moneda utilizadas en la política monetaria e incluyen dos conjuntos: los agregados M1, M2 y M3.
- M1, o moneda en sentido estricto, incluye los billetes y monedas en circulación y los depósitos a la vista, siendo también conocido como moneda para transacciones. En el caso de los billetes y monedas en circulación (que corresponden a todas los billetes y monedas emitidas por el Banco Central sustraídas por las que están retenidas en los bancos comerciales en forma de reservas), tienen generalmente curso legal, es decir, son obligatoriamente aceptadas como medio de pago; en cuanto a los depósitos a la vista, es decir, movilizables a través de cheque y por medios electrónicos, resultan de los depósitos efectuados en los bancos corregidos por el efecto multiplicador de los depósitos.
- M2, o moneda en sentido amplio, incluye todos los componentes de M1 y un conjunto extenso de activos de gran liquidez (designados casi moneda) tales como depósitos de ahorro, depósitos en moneda extranjera, fondos de inversión en el mercado monetario y de capitales y similares.
Además del M1 y del M2 pueden también ser considerados otros agregados que incluyen activos de elevada liquidez en posesión del sistema financiero, títulos de la deuda pública de elevada liquidez, etc., e incluso la capacidad adquisitiva de las tarjetas de crédito.
Agregados Monetarios y Política Monetaria
En las décadas de 1970 y 1980 muchos países comenzaron a utilizar los agregados monetarios como medio apropiado de aplicación política monetaria. Fueron varias las razones para la adopción de los agregados monetarios:
- En primer lugar, porque los agregados monetarios están bajo el control directo de las autoridades monetarias. De hecho, al modificar la base monetaria las autoridades pueden neutralizar los efectos de cambios inesperados de comportamiento de los agentes económicos, para conseguir el valor nominal deseado del agregado monetario.
- En segundo lugar, porque existe una gran cantidad de datos empíricos que sugieren la existencia de una búsqueda estable de los agregados monetarios y, por lo tanto, de relaciones previsibles entre los agregados monetarios y el rendimiento nominal de la economía.
- En tercer lugar, hipótesis como la de las ‘expectativas racionales’, colocaron en duda el mérito de la estrategia anterior de las autoridades monetarias – si las expectativas son ‘racionales’, en el sentido en que se basaban en las mejores teorías e informaciones existentes, los esfuerzos de las autoridades monetarias para cambiar esas expectativas estaban destinados al fracaso. Consecuentemente, las autoridades monetarias de muchos países industrializados, en vez de empeñarse en modificar las expectativas, comenzaron a anunciar los valores que pretendían para los agregados monetarios, resumiendo así, adecuadamente, su política. El principal objetivo era facilitar el proceso de decisión y aumentar la confianza del sector privado, ya que esta política reducía la posibilidad de decisiones equivocadas basadas en expectativas incorrectas.
Aún así, en las últimas décadas, las circunstancias obligaron a varios países industrializados a modificar sus metas intermediarias de política monetaria. Estados Unidos abandonó su meta de M1 en 1987, Canadá suspendió la adopción de metas monetarias en 1981 y Alemania sustituyó su meta anterior por un nuevo M3, que incluyó moneda en circulación, depósitos a la vista, depósitos a plazo de menos de 4 años y depósito de ahorro institucional. Los principales motivos de estas modificaciones fueron las innovaciones basadas en avances técnicos y las nuevas normas reglamentares, que eliminarían algunas de las ventajas de tener una meta anunciada de un agregado monetario como objetivo de la política monetaria. En especial, el progreso tecnológico en las áreas de comunicación y registro de transacciones incentivó la creación de nuevos instrumentos financieros y la aparición de nuevos intermediarios financieros. Esto, a su vez, llevó al desregulación de los intermediarios y al fortalecimiento de la competencia, a la innovación y al aumento de la eficiencia de los mercados financieros.