El Índice de Precios al Consumidor (IPC) es un índice que cuantifica el coste de una determinada cesta de bienes de consumo en diferentes momentos. Esta cesta está constituida por diversos tipos de bienes, siendo atribuida a los respectivos precios una determinada ponderación de acuerdo con los hábitos de consumo de la población, pudiendo variar de un país a otro o incluso ser ajustado en diferentes periodos dentro del mismo país.
La utilidad del IPC reside en el hecho que es a través de él que es calculada la tasa de inflación: algebraicamente, la tasa de inflación es calculada como la tasa de variación del IPC entre dos periodos.