El costo de oportunidad representa el costo asociado a una elección particular, medido en términos de la mejor oportunidad perdida. En otras palabras, el costo de oportunidad representa el valor que los agentes económicos asignan a la mejor alternativa que prescinden cuando hacen su elección.
El costo de oportunidad está, pues, directamente relacionado con el hecho de que vivimos en un mundo de escasez. De hecho, es la escasez que nos obliga a tomar decisiones que implica prescindirmos de determinados bienes cuando elegimos otros y, por lo tanto, implica la existencia de un costo de oportunidad cuando tomamos una decisión.
El costo de oportunidad también puede ser visible en condiciones de elegir entre el consumo actual y el consumo futuro (es decir, guardar): consumo futuro requiere necesariamente el sacrificio de consumo actual, es decir, el ahorro de costo de oportunidad no es más que la mejor opción en términos de consumo actual.
Dada esta definición de costo de oportunidad, es fácil comprender que no es obligatorio que esto se traduzca en términos monetarios. Para un individuo dado, el costo de oportunidad de un viaje al cine puede ser una manera de salir con los amigos a un bar y esto no es necesariamente traducible en términos monetarios. Por esta razón, el concepto de costo de oportunidad es particularmente útil para evaluar la alternativa cuando los bienes involucrados son no transables, como la educación, la salud, el medio ambiente o la seguridad.