En la ciencia económica, la expresión de Ajuste Estructural define un proceso de saneamiento de la situación económica de un país a través de un conjunto de políticas destinadas a corregir los graves desequilibrios económicos como por ejemplo la reducción del déficit externo, del déficit público o la inflación.
Muchas veces estos programas de ajuste estructural son implementados en los proyectos de apoyos financieros internacionales en situaciones de bancarrota o en peligro de bancarrota. En estas situaciones límite, los países se ven obligados a recorrer al apoyo de organizaciones como el FMI que, en la concesión de la ayuda financiera requiere la aplicación de medidas correctivas y del ajuste estructural, sabiendo a el nivel de reducción de los gastos públicos (muchas veces con consecuencias directas en la reducción de los apoyos sociales) y el nivel del aumento de los ingresos fiscales. Las consecuencias sociales de este tipo de política son varias veces dramáticas, lo que resulta un aumento significativo del desempleo y la reducción de la protección social, es por tanto muy disputado.