Arte concreto, surgió en Europa, a principios del siglo XX, con la intención de producir obras artísticas que sólo utilizan elementos propios del lenguaje de los elementos formales: líneas, puntos, colores y planos, obras que no configuran nada y son lo que hay de más concreto en una pintura.
La década de los 50 fue marcada en el ámbito social, político y económico, debido a una serie de transformaciones que insinuaban el perfil de un momento de “nueva modernidad” que proporcionaba un ambiente estimulante para el desarrollo de sugerencias renovadoras en las artes en todo el sistema internacional.
El arte concreto nace como oposición al arte abstracto, que puede traer vestigios simbólicos a causa de su origen en la abstracción de la representación del mundo. Es un movimiento abstraccionist que evolucionó en la década de 1930 fuera del trabajo del De Stijl, los futuristas y Kandinsky alrededor del pintor suizo Max Bill.
La expresión arte concreta fue usada por primera vez, en el campo de las artes plásticas, por Theo van Doesburg, artista y teórico holandés, fundador de De Stijl y del elementalismo, en 1930, en su “Manifiesto del Arte Concreta” publicado en la primera y única edición de la revista Art Concret, fundada en abril de ese mismo año. Ese manifiesto lanzó las bases conceptuales de este movimiento.
Declaramos:
- El arte es universal;
- La obra de arte debe estar completamente concebida y moldeada por la ejecución de espíritu. No recibe datos de la naturaleza formal, o sensualidad, o el sentimentalismo. Queremos excluir lirismo, dramatismo, simbolismo, etc;
- La pantalla debe ser completamente construida con elementos puramente visual, sus planos y colores. Un elemento pictórico no tiene sentido diferente de “sí mismo” en la pantalla la consecuencia es “él mismo”;
- La construcción de la pantalla, también controlable visualmente;
- La técnica debe ser mecánica, anti-impresionista;
- Esfuerzo de claridad absoluta.
El arte concreto intenta abandonar cualquier aspecto característico nacional o regional y se aleja de cualquier connotación lírica o simbólica. Negando las corrientes artísticas subjetivistas, rechaza el sensualismo y el arte como expresión de sentimientos.
El objetivo del arte concreto era ser universalmente claro, producto no de la mente irracional, como reivindicaron los surrealistas, sino de la mente racional y consciente de un artista libre del ilusionismo y del simbolismo. El arte concreto debería ser una entidad en sí más que un vehículo para ideas espirituales o políticas.
En el sentido del artista concreto, esta forma de expresión artística, debe ser libre de cualquier asociación simbólica con la realidad, argumentando que las líneas y los colores son concretos por ellas mismas, la pintura concreta no tiene otro significado que su mismo
El arte concreto trabajaba con superficies, sonidos, silencios, encuadres escenográficos, creó un lenguaje autónoma, que no necesitaba mantener relación con los temas tradicionalmente o figurativistas.
El artista suizo Max Bill se convirtió con el tiempo, en el portavoz del arte concreto, organizando la primera exposición internacional en Basilea en 1944.
Max afirmó que el objetivo del arte concreto es el de crear “las cosas en una forma visible y tangible, que no existía anteriormente para representar pensamientos abstractos de una forma sensual y tangible”.
Max exploró la concepción de arte concreto defendiendo la incorporación de procesos matemáticos a la composición artística y la autonomía del arte en relación al mundo natural. La obra de arte no representa la realidad, pero evidencia estructuras, planos y conjuntos relacionados, que hablan por sí mismos.
El arte concreto es heredero de las investigaciones del grupo De Stijl (El estilo), de Piet Mondrian y Van Doesburg, que busca la pureza y el rigor formal en el orden armónico del universo.
La vanguardia rusa, el constructivismo, el suprematismo, la Bauhaus y el Neoplasticismo entre otros, fueron movimientos que compartieron las ideas e ideales del arte concreto en su forma de expresión, antes incluso del manifiesto Theo van Doesburg haber sido escrito.
El Manifiesto Invencionista publicado en 1946, en la revista Arte Concreto-Invención, en Buenos Aires, reafirma el fin del arte como representación e ilusión, y dice que “la estética científica sustituirá a la milenaria estética especulativa e idealista”
References:
BANDEIRA, João. Arte concreta paulista. Cosac & Naify. São Paulo, 2002
CHILVERS, Ian. Dicionário Oxford de Arte. Tradução de Marcelo Brandão Cipolla. 2. ed. Martins Fontes. São Paulo, 2001.
DOMINGUES, Diana. A arte no século XXI: a humanização das tecnologias, 4ª Edição. Editora UNESP, 1997
NOGUEIRA, Isabel. Teoria da arte no século XX, 2ª Edição. Imprensa da Universidade de Coimbra / Coimbra University Press, 2014.