Action Painting

Action Painting, es una expresión inglesa, que se traduz en castellano, como pintura de acción o pintura acción, y es una técnica pictórica, así como el nombre del movimiento pictórico que la usa. Se trata de un procedimiento, una técnica artística, dinámica e impulsiva, practicada por pintores del expresionismo abstractos, desarrollado desde los inicios de la década de 1940 en los Estados Unidos de América y en Europa, donde se hizo conocido por el Informalismo.

El action Painting se reconoce como el primer fenómeno de maduración artística del contexto artístico americano, y en particular de la pintura. Fue el primer estilo pictórico norteamericano en obtener reconocimiento internacional.

Desde el punto de vista técnico, consiste en salpicar con pintura la superficie de un lienzo de manera espontánea y enérgica, es decir, sin un esquema prefijado, de forma que éste se convierta en un «espacio de acción» y no en la mera reproducción de la realidad. Se aplica la tinta a través de movimientos gestuales vigorosos y libres, sin tener una idea preconcebida del resultado final de la obra. También se reconoce esta técnica por el nombre de pintura gestualista.

En esta técnica, el principal elemento es la acción o movimiento por parte del pintor con relación al aspecto físico de la pintura, en conjunto con la superficie donde trabaja, por esta razón la principal pintura a utilizar en esta técnica es la pintura acrílica. La pintura es derramada de forma sistemática, ingenua o espontánea por parte del artista, cuando va creando su obra y de esta forma plasma sus ideas y conceptos abstractos en gran parte, debido al resultado en consecuencia de la técnica. Con la pintura acrílica es muy práctica la forma de acción, dejando caer o gotear el líquido de cada color sobre la superficie.

Action Painting, en algunas ocasiones, también se utilizó en un sentido más amplio, como un sinónimo del expresionismo abstracto, pero este uso es incorrecto, porque esta técnica representa sólo una de las tendencias formales y estéticas de este movimiento.

Su nombre deriva del título de un artículo publicado por la revista Art News en diciembre de 1952, “The American Action Painters”, escrito por el poeta y crítico de arte estadounidense Harold Rosenberg. Pero la gran divulgadora de esta corriente fue la galerista estadounidense Peggy Guggenheim que, desde 1942, realiza una serie de exposiciones de los trabajos de estos artistas.

El Action Painting tiene sus orígenes en las creaciones automáticas de los surrealistas; por ejemplo, los dibujos y pinturas de arena de André Masson. Sin embargo, la diferencia real entre ambos movimientos no es tanto la técnica como el planteamiento inicial: bajo la influencia del psicoanálisis freudiano, los realistas mantenían que el arte automático era capaz de desbloquear y sacar a la luz la mente inconsciente.

El término Action Painting se aplica al trabajo de pocos pintores, todos salidos del período de post-depresión de los Estados Unidos y por antonomasia es Jackson Pollock (1912-1956). Destacó especialmente en el uso del dripping, esto es, el goteo de la pintura como técnica, y quien más luego prolongó la pintura de acción al movimiento de Expresionismo abstracto.

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Pintura de Jackson Pollock, expuesto en el Museo MoMA

Jackson Pollock y su discípulo Hans Hoffmann cuyos trabajos revelan desde los años 40 la preferencia por la pintura de acción a través del dripping , técnica que consistía en dejar colgar la tinta sobre un lienzo, generalmente de gran tamaño, colocada en la horizontal sobre el suelo. También puede ser incluida en esta tendencia parte de la obra de los americanos Arshille Gorky y de Robert Motherwell.

En el action painting el pintor forma parte de la obra de arte, que es concebida como fruto de una relación corporal del artista con la pintura, el resultado del encuentro entre el gesto del autor y el material. Descartando cualquier noción de composición y abandonando los ideales tradicionales de composición, llegando a la pintura denominada como all-over por el crítico norteamericano Clement Greenberg.

Las pinturas ejecutadas con action painting, siempre son abstractas y se realizan a través de amplios gestos (que adquieren un carácter casi coreógrafo), buscando resaltar la intensidad e intencionalidad estética contenida en el acto del movimiento y de pintura.

Es precisamente esta acción libre y sin obstáculos intelectuales y no tanto en su producto final (una imagen constituida por líneas, manchas, color y forma), lo que debe ser comunicado al público. Raramente se realizan estudios previos, considerados aniquiladores del proceso de diseño automático de cariz espontáneo.

El cuerpo y la expresión corporal forman parte de la ejecución de la obra de arte, ya sea que sea pictórica o sea de movimiento. Jackson Pollock consiguió unir el momento plástico a la dimensión de la acción del propio cuerpo, estableciendo las bases de una expresión que hace de la pintura su escenario.

Las obras de Pollock, ejecutadas en condiciones psicológicas de una vitalidad desenfrenada, gracias a las cuales la mano, el brazo, todo el cuerpo del artista “se olvidan” de depender de la voluntad y de la mente y se liberan, en una especie de furor sagrado indiferente a cualquier decoro, a cualquier expresión de composición o sutileza estética. La calidad de los resultados obtenidos no quita nada a esta singular revelación del caos de Pollock.

En su fase más audaz (entre 1947 y 1952), Pollock vive la pintura como una especie de cuerpo a cuerpo entre sí mismo y la superficie que pinta. La característica principal del trabajo de Pollock es la libertad de improvisación, el gesto espontáneo y la expresión de una personalidad individual.

Pollock afirmó que no quería ilustrar sentimientos, sino expresarlos, de un modo espontáneo e inmediato. Su pintura es un arte de expresión dramática como lo es, la danza contemporánea.

El hecho de que Pollock trabajara en el suelo en lienzos grandes, le daba la impresión de estar más cerca de la pintura y así formar parte de ella, ya que podía caminar a su alrededor, trabajar en ella desde todos los lados y, literalmente, estar dentro. Ejecutando una especie de ballet que se expresaba a través del movimiento más o menos espontáneo, haciendo su pintura en una extensión de él.

Según Pollock, el artista moderno hacía dos cosas: primero reflejaba las condiciones de su tiempo usando técnicas nuevas y poco vulgares y, segundo, daba una expresión inmediata a sus emociones más que apenas ilustrarlas.

La obra de Pollock, más que cualquier otro artista, moldeó la definición y comprensión del arte en la segunda mitad del siglo XX, marcando un alto grado de subjetividad y desafiando los puntos de vista convencionales sobre lo que debe y puede ser una pintura y definiendo lo que conocemos hoy como Action Painting.

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References:

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WERNER, João. Ensaios sobre Arte e Estética. Londrina – Canvas Design, 2011

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