Arte Conceptual, también llamado “arte de la idea”, salida de un ensayo de Henry Flynt, justamente titulado como “Concepto Art” en 1961, culmina en todo un recorrido de transformaciones del arte contemporáneo que comenzó con el Dadaísmo, Abstraccionismo y Informalismo.
La práctica del arte conceptual emergió en los años sesenta y se hizo popular a través de un grupo de artistas estadounidenses e ingleses entre los que se encontraban Carl Andre, Robert Barry, Douglas Huebler, Joseph Kosuth y Lawrence Weiner.
A menudo suele explicarse el arte conceptual como una reacción al formalismo que había sido articulado por el influyente crítico Clement Greenberg.
El arte conceptual, conocido como “idea art, información art o software art”, es un movimiento artístico en el que la conceptualización de la obra es más importante que el objeto o su representación tangible. Las ideas acerca de la obra prevalecen sobre sus aspectos formales o sensibles.
Varios autores hablan del arte contemporáneo como un arte post-conceptual, sugiriendo el gran impacto que el arte conceptual ha tenido en la evolución general del arte.
El arte conceptual puede definirse como una forma de expresión que intenta evitar el estímulo óptico a favor de los procesos intelectuales, en que el espectador es invitado a compartir con el artista. El artista Sol Lewitt, en 1967, definió que la idea o concepto era el aspecto más importante de la obra.
El arte conceptual se define como el movimiento artístico moderno o contemporáneo que defiende la superioridad de las ideas vehiculadas por la obra de arte, dejando los medios usados para crearla en segundo plano. En el Arte Conceptual, lo más importante es el concepto subyacente a la obra, por lo que es valorado el proceso mental y la reflexión sobre el trabajo.
“En el Arte conceptual el concepto se identificó con los procesos y juegos, los proyectos, las asociaciones mentales, a menudo denominadas project art. Aunque se reconociera la falta de una forma estética, en el sentido tradicional, en la obra conceptual, se verifica enfatizar la importancia del proyecto, de la idea, del mensaje que se pretendía transmitir al receptor, así como del canal escogido para su transmisión”. (NOGUEIRA, 2014. pg.88)
Se valorizaba el proceso mental y la reflexión sobre el trabajo, la teoría ocupaba el lugar de destaque en la práctica concreta. El trabajo coincidió con la “reflexión sobre el trabajo” donde “la poética sustituyó a la poesía”. Por eso, muchas veces, se recurrió a referencias y bases teóricas cuestionando: los fundamentos del arte; la colocación de la obra de arte en la sociedad; y el reconocimiento público del artista en el seno de la sociedad. Puso en cuestión, la razón de existir y la función del arte, así como su supervivencia en el siglo XX.
La idea o concepto del arte conceptual acaba por ser más importante que la propia obra en sí, manifestándose físicamente, a partir de dibujos o montajes fotográficos que describen lo que la obra debería ser si fuera realizada.
El conceptualismo aparece asociado con la investigación discursiva adoptada en el lenguaje como soporte de transmisión, porque en el arte conceptual, no todas las ideas se tienen que materializar. Porque por cada obra de arte que se materializa hay muchas variaciones que no se materializan y se pierden. Y el potencial expresivo de las obras nunca ejecutadas para el artista conceptual revela una ausencia y la precariedad del mundo.
El arte conceptual recurre frecuentemente, además de la fotografía y de textos, a mapas, esbozos, y en algunos casos, se reduce a un conjunto de instrucciones escritas que describen la obra. De esta forma, el arte conceptual busca articular los límites del arte formalista con su propia crítica, proclamando el fin del objeto y la preferencia por el medio, para captar la atención del espectador.
Los artistas conceptuales intentan, de esta forma, mostrar su rechazo en producir objetos de lujo para museos y cuestionan a las instituciones que sostienen ese ideal de lujo y exclusividad del arte, que ellos tanto rechazan.
La obra de Joseph Kosuth «One and three chairs» de 1965 es un magnífico ejemplo, de esta forma de expresión artística, consistente en una instalación formada por una silla, la foto de la misma y un texto explicativo.
Este movimiento artístico controvertido, tuvo inicio e inspirado en el trabajo y obra de Marcel Duchamp, considerado el precursor del arte conceptual, y tuvo como antecedentes remotos el Constructivismo y el Abstraccionismo y, más recientemente, la Action Painting y el Informalismo.
Entre los autores que practicaron esta forma artística destacamos: Joseph Kosuth, Hans Haacke, Joseph Beuys, Keith Arnatt, John Cage, Nam June Paik, Wolf Vostell, Yoko Ono, Charlotte Moorman, Sol LeWitt, Genco Gulan, Yves Klein, Robert Barry y Robert, Denis Oppenheim, que se ligaría, sobre todo, a Land Art ya la instalación. Algunos de ellos emprendieron otras formas de arte como: la Instalación, la Minimal Art, el Arte Pobre y la Land Art, expresando la protesta, la transgresión y el derecho a una creatividad individual.
References:
CHILVERS, Ian. Diccionario del arte del siglo XX. Editorial Complutense. Madrid, 2001.
NOGUEIRA, Isabel. Teoria da arte no século XX, 2ª Edição. Imprensa da Universidade de Coimbra / Coimbra University Press, 2014.
NOGUEIRA, Isabel. Artes plásticas e crítica de arte em Portugal. 2.ª edição. Imprensa da Universidade de Coimbra / Coimbra University Press, 2015.
OSBORNE, Peter. Conceptual Art: Themes and movements. Phaidon, London, 2002.
PRECKLER, Ana María. Historia del arte universal de los siglos XIX y XX, Volume 2. Editorial Complutense. 2003.
WOOD, Paul. Arte Conceptual – Movimentos de Arte Contemporânea. Editorial Presença, 2002.