La dinámica familiar se refiere a la forma como los individuos interactúan entre sí en el seno de una familia. Esta interacción, dependiendo de su funcionalidad (sana o no) influye en toda la estructura y relaciones entre los miembros.
Según la revisión bibliográfica de Dessen y Szelbracikowski (2004) la dinámica familiar es importante desde el punto de vista del desarrollo del individuo porque son las prácticas parentales, en su mayoría, quienes van a dictar el comportamiento y la postura adoptados.
De acuerdo con Szymanski (2004) las prácticas inherentes a la dinámica familiar se refieren a los valores, a los hábitos, a los mitos, a los presupuestos, a las interpretaciones del núcleo familiar y del exterior, de compartir y de toda la subjetividad que le es natural.
Estas características de la dinámica familiar nos ayudan a entender si la familia es funcional o disfuncional y las capacidades adquiridas entre los miembros en el terreno emocional por lo que, familias cuya capacidad de desarrollo sana de todos los miembros es conseguida, son consideradas funcionales (Szymanski, 2004).
En este contexto, Ackemann (1998, p.77, cit in Szymanski, 2004, p.6) considera, en lo que se refiere a las dinámicas familiares sanas, que:
“… capaz de cumplir y armonizar todas las funciones esenciales [de garantizar la supervivencia y plasmar la humanidad esencial del hombre] de forma apropiada a la identidad y a las tendencias de las familias y de sus miembros, de forma realista en relación a los peligros y oportunidades que prevalezcan en el medio envolvente.”
Cuando la dinámica familiar adoptada por los padres es inconsciente, poco disciplinada y con disparidades extremas tales como demasiados castigos o demasiada benevolencia, eso se refleja en la postura adoptada por los hijos (Dessen, & Szelbracikowski, 2004).
Lo que sucede en la mayoría de estos casos es que los padres saben distinguir los papeles, lo que acaba por interferir negativamente con la dinámica familiar y alcanza todo aquello que se refiere a la dinámica parental (Dessen, & Szelbracikowski, 2004).
En este sentido, los cuidados parentales pueden convertirse en una gran fuente de estrés que perjudica la dinámica familiar y, consecuentemente, la resolución y problemas de comportamiento inherentes que puedan estar creando obstáculos (Dessen, & Szelbracikowski, 2004).
A veces, en dinámicas familiares en las cuales existen dos hijos y uno de ellos es agresivo con el otro, eso va a extrapolarse en sus relaciones con los pares, principalmente en la escuela, esto ocurre porque la familia es la base de socialización que el niño tiene (Dessen, & Szelbracikowski, 2004).
Sin embargo, Szymanski (2004) defiende que las dinámicas familiares, cuando son construidas de acuerdo con presupuestos que se asumen debidamente organizados dan al niño la posibilidad de ejercer actividades cuya dificultad aumenta gradualmente a medida que éste adquiere competencias y promueven su desarrollo saludable.
Por otro lado, varios estudios demuestran que, habitualmente, las dinámicas entre hermanos promueven las competencias sociales externas de los individuos, puesto que crean un vínculo fraternal fortificado, especialmente en familias reconstituidas, es decir, en que uno de los cónyuges salió de casa y el otro se volvió a casar, asumiendo la custodia parental (Dessen, & Szelbracikowski, 2004).
Cuando hablamos de familias reconstituidas, estamos considerando cuestiones como la necesidad de adaptabilidad entre los miembros que se refieren a la capacidad para reorganizar todo el sistema familiar, la cual va, inevitablemente, a interferir con el desarrollo de sus miembros (Szymanski, 2004).
Generalmente son tres los tópicos fundamentales para poder comprender el comportamiento del individuo con base en las dinámicas familiares (Dessen, & Szelbracikowski, 2004).
“Para mostrar las expectativas del grupo social, los padres ofrecen una condición de desarrollo favorable tanto en el ambiente físico como en el tipo de acciones que crean, en las oportunidades que ofrecen a los hijos y en los objetivos y estrategias que desarrollan para enfrentar esa tarea” (Nunes, 1994, cit in Szymanski, 2004, p. 5).
Así, el tipo de dinámica define el desarrollo cognitivo, la relación y el estrés parental ya que todos ellos van a influir (Dessen, & Szelbracikowski, 2004).
Además del desarrollo cognitivo, Szymanski (2004) se centra también en la importancia de las competencias sociales que fluyen juntamente con una buena dinámica familiar en donde hay apoyo y respeto mutuo y privilegian el compromiso de todos los miembros de la familia en todas las cuestiones abordadas.
Conclusión
Es posible verificar que las dinámicas familiares son las mayores predictoras de los comportamientos adoptados por todos sus miembros, principalmente por los niños. Por esa razón es indispensable apostar en dinámicas funcionales y saludables que promuevan en todos los miembros de la familia la capacidad para desarrollar competencias en varios niveles, principalmente cognitivo y social.
References:
- Dessen, Maria Auxiliadora, & Szelbracikowski, Adriane Corrêa. Crianças com Problemas de Comportamento Exteriorizado e a Dinâmica Familiar. Interação em Psicologia [online], 2004, 8(2), [citado 2016-07-13], p.171-180. Disponível em net;
- Szymanski, Heloisa. PRÁTICAS EDUCATIVAS E FAMILIARES: A FAMÍLIA COMO FOCO DE ATENÇÃO PSICOEDUCACIONAL. Revista Estudos de Psicologia [online] 2004 PUC-Campinas, v.21, n.2 [citado 2016-07-13] p.5-16, maio/agosto. Disponível em [PDF] de scielo.br.
