Multiplicación vegetativa

Concepto de multiplicación vegetativa, sus principales características y las técnicas usadas para su realización…

Concepto de Multiplicación vegetativa

Multiplicación vegetativa es la designación atribuida al conjunto de métodos usados por las plantas para reproducirse de forma asexual. Otra designación atribuida a la multiplicación vegetativa es la propagación vegetativa. Este método reproductivo puede ocurrir en diversas partes de la planta, desde las hojas, al tallo o incluso en las raíces.

El desarrollo de la práctica de la multiplicación vegetativa surgió a final de los años 50 del siglo XIX, con la propagación de las viñas, en Europa. Ésta ocurrió a través del uso de técnicas como el injerto.

En este tipo de reproducción, los descendientes producidos presentan exactamente las mismas características que el individuo que les dio origen, se asemejan a clones. Estos clones surgen, pues la reproducción ocurre a través de la división celular por mitosis.

La multiplicación de células, por mitosis, sólo es considerada reproducción si los individuos originados se separan del progenitor, puesto que la descendencia surge unida físicamente a este, sólo existe reproducción cuando ocurre la división entre los seres, pasando a existir por lo menos dos seres distintos, pero genéticamente semejantes.

El principal objetivo de la multiplicación vegetativa es el desarrollo de plantas saludables y que presentan un buen rendimiento reproductivo, puesto que la gran mayoría de los individuos producidos son utilizados para la alimentación. Para ello pueden ser utilizados métodos más tradicionales, que serán mencionados posteriormente, o métodos más modernos que utilizan la biotecnología (cultivo de tejidos in vitro).

Reproducción asexual

Muchos seres vivos (en concreto los invertebrados y las plantas) se reproducen de forma asexual, puesto que este proceso permite un menor gasto de energía, no siendo necesario concentrar mucha energía en esa actividad.

Este tipo de reproducción no involucra a las células sexuales de los individuos que se reproducen. Los organismos que tienen origen por cada uno de los diferentes procesos de reproducción asexual surgen debido a divisiones resultantes de un proceso de mitosis, consecuentemente, las células formadas son todas iguales, puesto que apenas existe un progenitor y no ocurrió fecundación.

Además de la multiplicación vegetativa, otras formas de reproducción asexual son la fragmentación (estrella de mar), la gemación (levaduras), la esporulación (hongos), la partenogénesis (abejas), entre otros métodos que no son tan comunes. El proceso de reproducción asexual varía según el individuo que se reproduce, siendo posible que el mismo individuo practique más de un método, pero no en simultáneo.

Multiplicación vegetativa

La multiplicación vegetativa ocurre en las plantas puesto que estas presentan una gran capacidad regenerativa, siéndoles posible desarrollar algunas partes de su estructura, en el caso de haber perdido esa parte. Por ejemplo, el tallo de algunas plantas consigue volver a desarrollar raíces si es colocado en medios de cultivo adecuados.

Esta capacidad de regeneración se debe a la existencia de células totipotentes, es decir, células indiferenciadas con capacidad de regenerar nuevos tejidos, pudiendo incluso presentar exactamente las mismas características.

Tipos de multiplicación vegetativa

  • Propagación por tubérculos

Presencia de estructuras especializadas que poseen la capacidad de diferenciación, pueden así dar origen a nuevos seres. Estas estructuras surgen debido a la existencia de tejidos del meristemo, es decir, tejidos con la capacidad de diferenciarse formando nuevos tejidos u órganos.

El tubérculo es un tallo subterráneo, con una gran cantidad de sustancias de reserva, que crece, por ejemplo, en un campo de patatas. Este método permite el desarrollo de un gran número de descendientes.

  • Propagación por estaca

Esta técnica consiste en la regeneración de tejidos que forma retirados de una planta madre. Las partes destacadas presentan tejidos con capacidad de diferenciación permitiendo regenerar las partes de la planta que fueron perdidas. Esta técnica puede utilizar los tallos o incluso las hojas del individuo que les dio origen.

Para la realización de esta técnica se debe tener en cuenta el desarrollo de infecciones fúngicas. La porción de la planta madre es colocada en un sustrato adecuado para que le sea posible desarrollar raíces, originando una nueva planta.

Esta técnica es normalmente utilizada en plantas que no pueden producir semillas, no siéndoles posible reproducirse de forma asexual. A pesar de ser muy utilizada, esta técnica no produce un gran número de individuos.

  • Propagación por injerto

Este método consiste en la colocación, en contacto, de tejidos de diferentes individuos, permitiendo así que uno de ellos adquiera las características del otro. Inicialmente se realiza una fractura en los tejidos de los dos individuos. A continuación se inserta una porción del tallo (injerto o estaca) de uno de los individuos, en el otro (portainjertos), permitiendo así la unión de los tejidos.

Esta técnica permite la mejora genética de las especies que en ella intervienen permitiendo que estas especies desarrollen nuevas características que las vuelvan más resistentes a ciertas plagas o enfermedades. Normalmente, sólo es realizada con la ayuda del ser humano, sin embargo, pueden ocurrir casos en que surja de forma natural, pero es algo muy raro.

Uno de los problemas de esta técnica es la compatibilidad entre individuos, puesto que no todas las plantas se unen de forma adecuada a otras. La utilización exitosa de esta técnica necesita un buen conocimiento de las especies que serán utilizadas.

  • Propagación por acodo

Esta técnica utiliza el tallo de la planta madre. El tallo está envuelto en un medio de cultivo (puede ser simplemente sustrato), adecuado de forma a permitir que ésta desarrolle raíces. Tras la formación de las raíces el tallo es destacado de la planta madre formando una nueva planta. Las fresas son un ejemplo de una planta que realiza esta técnica de forma natural.

La reproducción por multiplicación vegetativa es muchas veces utilizada en la agricultura como forma de garantizar que las cosechas presenten las características deseadas. Si una buena cosecha es producida, los especímenes son “clonados” de forma que en las cosechas siguientes se utilice exactamente el mismo material genético, asegurando así cosechas de buena calidad.

A pesar de ser un método bueno para asegurar la continuación de la producción, éste también presenta problemas. En el caso de la existencia de enfermedades toda la cosecha será perdida, pues los individuos no presentan variabilidad que permita la supervivencia de individuos más resistentes, pues éstos no existen.

Cada especie vegetal reacciona de forma diferente a la multiplicación vegetativa, en algunos casos es casi imposible la aparición de este tipo de reproducción. En los casos en que la reproducción por multiplicación vegetativa ocurre, la técnica utilizada también varía según la especie vegetal, siendo posible que algunas especies no se consigan reproducir, o presenten rendimiento más bajo, para un determinado método en detrimento de otro.

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