Concepto de Teoría del Aprendizaje Social
La teoría del aprendizaje social o teoría sociocognitiva, desarrollada por Albert Bandura, postula que el aprendizaje puede ocurrir a través de experiencias vicariantes, es decir, a través de experiencias de observación del comportamiento de otros individuos y de las recompensas que estos reciben. El aprendizaje por observación se centra en el modelado, que consiste en la construcción de una representación mental del objeto de aprendizaje (lo que se pretende aprender y cómo; e.g. aprender a saludar a alguien), interactuando y actuando con base en el modelo observado (e.g. otro significativo, como los padres, pares, compañeros). Son diversos los procesos cognitivos que median en el modelado y que forman parte de un proceso complejo al contrario de una imitación o reproducción exacta del observado. De este modo, están presentes los siguientes procesos: la atención, en la selección de aquellos que son los modelos y comportamientos de cada a los cuales el individuo está receptivo, revelándose preferenciales los modelos de los contextos habituales de la vida del individuo (e.g. familiar, escolar, laboral), y otros percibidos por el mismo como relevantes o atrayentes (e.g. personajes admirados; personas públicamente importantes); la representación y memoria, como proceso clave que posibilita la transición de un proceso de atención y observación para una respuesta comportamental de acción, significando que sin la representación no existe codificación, transformación e integración de la información recogida; la producción o respuesta comportamental, que consiste justamente en el comportamiento aprendido actuado, es decir, la manifestación del comportamiento aprendido, asociado a la autobservación y autoevaluación; y la motivación, como proceso facilitador o dificultador de la acción, en la medida en que la observación por sí sola no se repercute en producción comportamental, es necesario que el individuo esté motivado para aprender y reaccionar al aprendizaje. La relevancia de la motivación se relaciona también con el concepto de agencia, la capacidad del individuo ejercer control sobre sí mismo, más concretamente, a nivel de su autorregulación y toma de decisión, posibilitando así la gestión de las propias motivaciones y acciones a favor de la adquisición de resultados deseados. En este ámbito, la autoeficacia, como creencia del individuo en su capacidad de realización de una tarea, parece esencial en la motivación y acción que presenta un proceso de aprendizaje, inclusivamente en un proceso de aprendizaje a través del modelado. La observación de modelos que faciliten la identificación del individuo, es decir, otros semejantes en características o dificultades (e.g. personas en el mismo estadio de vida; personas con un miedo semejante; personas con objetivos semejantes) contribuye para el modelado social y para la promoción de la autoeficacia, es decir, la observación del éxito de otro individuo, percibido como semejante; personas con objetivos semejantes, parece influyente en la eficacia que el individuo percibe de sí mismo en la realización de la misma tarea, aumentando la probabilidad de su realización (refuerzo vicariante – refuerzo por la observación del modelo). Al revés, a su vez, tiende a verificarse, es decir, en situación de fracaso de otro individuo semejante, el individuo puede sentirse desmotivado a realizar la misma tarea. También la persuasión social contribuye para explicar el aprendizaje social así como la autoeficacia percibida, verificándose que las orientaciones y/o críticas de terceros tienden a promover o disminuir la percepción de autoeficacia conforme la autoridad y confianza que el mismo concede a estas personas. Sin embargo, como agente de sí mismo, el individuo asume la capacidad de promover su autoeficacia, siendo ésta influida también por las experiencias directas, es decir, que el mismo realiza, y por el modo como se percibe a sí mismo, es decir, a las actividades que considera ser capaz de desempeñar y para las cuales considera que presenta los recursos necesarios. Así, el aprendizaje ocurre teniendo como base no sólo la influencia de factores sociales y externos al individuo, sino también de factores internos (cognitivos, emocionales) que, en conjunto, promueven la acción, mediada por procesos de autorregulación.
References:
- Bandura, A. (1993). Perceived Self-Efficacy in Cognitive Development and Functioning. Educational Psychologist, 28(2), 117-148.
- Feist, J., & Feist, G. (2008). Teorias da Personalidade. São Paulo: McGraw-Hill.