¿En qué consiste la Teoría de la Agencia?
La Teoría de la Agencia, formalizada por los economistas Jensen y Meckling en 1976, es una teoría que se basa en el análisis de los conflictos surgidos en el seno de empresas originadas por la divergencia de intereses de los diversos agentes que de forma directa en ella participan. Para Jensen y Meckling, la organización puede ser entendida como una red de contratos, ya sean ellos explícitos como implícitos, los cuales establecen las funciones y definen los derechos y los deberes de todos sus stakeholders. De esas relaciones surgen las figuras del ‘principal’ y del ‘agente’: El principal es quien (en cualquier nivel jerárquico o para la organización como un todo) establece determinado objetivo, mientras el ‘agente’ es aquel a quien el ‘principal’ delega poder de decisión como un medio de alcanzar el objetivo establecido. Se incluye en los principales y en los agentes todos los stakeholders de la organización, pudiendo ser los funcionarios, los gestores, los accionistas, los proveedores, los clientes, los competidores, los acreedores, los reguladores y los gobiernos.
Jensen y Meckling identifican dos tipos de conflictos entre principales y agentes: los conflictos entre accionistas (principal) y altos cargos (agente), y entre acreedores (principal) y accionistas (agente). De hecho, es frecuente existir discordancia entre los intereses y objetivos de estos stakeholders (con destaque para los accionistas y los gestores) llevando a conflictos de intereses reflejo de los diferentes intereses y expectativas. Cuanto mayor sea la separación entre el accionista y el gestor mayor será también el conflicto de intereses. Por otro lado, la excesiva concentración de poder en los gestores podrá llevarlos a actuar en primer lugar en función de sus intereses personales dejando para segundo plano los intereses de los accionistas.
Costes de Agencia y Estructura de Capital
Con el objetivo de medir el impacto de los conflictos, concretamente el impacto sobre la estructura de capital de las empresas, Jensen y Meckling introdujeron la variable ‘costes de agencia’. Los costes de agencia son compuestos por tres elementos (i) el coste de oportunidad asociado a la reducción de la riqueza cuando existen divergencias entre accionistas y gestores; (ii) costes de control de las actividades de los gestores, tales como auditorías y otros tipos de control; (iii) costes de quiebra y reestructuración de la empresa. Estos costes pueden ser de tal orden que influyen de forma directa la estructura de capital de las empresas, pudiendo comprometer la creación de valor para las mismas.
Según Jensen y Meckling, la estructura de capital óptima es alcanzada con el logro de un equilibrio entre la reducción de los costes de quiebra y la cantidad de endeudamiento, puesto que el endeudamiento, además de proporcionar ganancias fiscales, también disminuye el conflicto de intereses entre gestores y accionista, pues los flujos generados por la actividad operacional tendrán que liquidar intereses y amortización de deuda, quedando menos recursos libres para que los gestores de alguna forma puedan usufructuar a nivel personal de los mismos.
Los conflictos de intereses entre accionista y acreedores surgen de la sustitución de los activos, a veces los accionistas son incentivados a intercambiar sus activos por activos más competitivos que representarán rentabilidades superiores, pero que tienen asociado un riesgo superior. Cuando se trata de proyectos con riesgo elevado, los acreedores procuran impedir ese intercambio previendo que la inversión podrá no tener el retorno esperado y que la empresa podrá no tener la capacidad de liquidar sus deudas para con sus acreedores. Ese conflicto de intereses genera también un coste añadido para los acreedores que tendrán que analizar si la empresa posee un histórico de buenos proyectos y de pago de deudas, concretamente a través de la recogida y análisis de información.
References:
Silva, Miguel (2013). Bolsa – Investir nos Mercados Financeiros. 1ª Ed. Lisboa: Bookout.