Ibn Rushd (1126-1198 EC), más conocido por Averroes, fue un filósofo hispano-islámico que vivió en Córdoba y Sevilla.
Autoproclamado aristotélico, Averroes escribió comentarios sobre gran parte del corpus filosófico de Aristóteles, siendo más conocido en el Islam como defensor de la filosofía contra los ataques de Al-Ghazali (1058-1111), y por reconciliar la filosofía con la religión.
Los comentarios aristotélicos se basaron en una excelente traducción de las obras de Aristóteles, no sujeta a los ojos de los neoplatónicos, representando un gran papel en la tradición aristotélica latina y judaica.
En el famoso libro La Incoherencia de la Incoherencia, escrita contra la obra de Ghazali intitulada La Incoherencia de los Filósofos, Averroes tiende a salvaguardar la omnipotencia de Dios rechazada por Ghazali, pues según éste, no se puede observar la necesidad entre causa y efecto que remita para la omnipotencia de Dios, puesto que toda la relación entre causa y efecto es temporal, como el algodón que es quemado después de encendido el fuego.
Contra esta negación, Averroes argumenta que negar la causa es negar el conocimiento, luego negar la agencia humana y la distinción entre lo voluntario y lo involuntario. Adicionalmente, viola la visión de que las cosas tienen una naturaleza real. Finalmente, si no hay ninguna regularidad diseñador o creador original, no podemos inferir la existencia de un agente inteligente.
Persistiendo en las bases aristotélicas, Averroes criticó a Avicena por confundir las cualidades lógicas y metafísicas del ser al formular la separación entre existencia y esencia, que son características de las cosas existentes, revelando así una visión contra el presupuesto aristotélico. Semejante confusión es supuesta ocurrir en relación al Uno metafísico y numérico.
En cuanto a la doctrina de la creación, Averroes argumentó que la creación a partir de la nada no encuentra soporte en el Corán, puesto que algunos versos sugieren que la materia y el tiempo eran preexistentes conjuntamente con Dios, y así, volvió el Dios de Aristóteles consistente con las sagradas Escrituras.
References:
Fakhry, Majid (2004 [1970]), A History of Islamic Philosophy, New York, Columbia University Press.