“La autoridad, como indica la etimología, es lo que aumenta del interior la sociedad humana, la profundiza y le permite realizarse. Tener autoridad es ser autor. Podemos contestar a los poderes, pero no podemos negar toda autoridad. De hecho, no debemos identificar el poder con la autoridad, porque es verdad que el poder es siempre constituido y la autoridad apenas constituyente”.
Las cuestiones que envuelven el tópico de la autoridad han interesado desde siempre a los sociólogos. ¿Quién posee la autoridad? ¿Cómo es atribuida la autoridad? ¿Qué tipos de autoridad existen? ¿Cómo es ejercida?
De acuerdo con Hannah Arendt, el concepto de autoridad tiene origen romano, distinguiéndose entre auctoritas, que pertenecía al Senado, y la potestas, que cabía al populus. Es más, la palabra auctoritas deriva de auctor, es decir, aquel que no es constructor, el artifex, sino quien inspiró la obra. En la base del concepto está el verbo augere, que significa aumentar, desarrollar, hacer, crecer, volver más fuerte alguien o alguna cosa, por lo que la auctoritas tiene que ver con producción, creación, ejemplaridad, modelo, prestigio y consejo. Así, el Auctor es el que promueve con su ejemplo y consejo el bien de una cosa. Por consiguiente, en la Roma antigua tener autoridad significaba tener el sentido del fundador, ser preservador, asumir la tradición y, por lo tanto, retomar la pureza de los orígenes: de este modo, en Roma se entendía la autoridad del Senado siempre planteada como un aumento en que las decisiones del Senado eran asumidas como una confirmación de un acto de voluntad del pueblo, siendo más un consejo que un comando. Pero, para Arendt, el concepto de autoridad sufrió una crisis de índole política, siendo los movimientos y formas políticas totalitarias del siglo XX sintomáticos de la pérdida de la autoridad en el sentido etimológico tradicional.
Max Weber reveló desde muy pronto un especial interés por el concepto de autoridad y la forma como se relaciona con la mayor racionalización de la sociedad. Según Weber, la autoridad es una forma oficial de dominación (existen formas ilegítimas también), que se definen como la probabilidad de que un grupo de personas obedezca a ciertos comandos específicos. Existen tres tipos de autoridad para Weber: autoridad tradicional; autoridad carismática; autoridad racional y legal. La autoridad tradicional está basada en un precedente histórico y en la idea de que un individuo ejerza la autoridad cuyo fundamento deriva en un sistema de creencias duradero. La autoridad carismática deriva de las extraordinarias calidades o características de un líder o, en última instancia del hecho de que sus seguidores lo perciban como dotado con esos valores. La autoridad racional es legal, es posible solamente en el mundo moderno, y se basa en un conjunto de reglas racionales promulgada: este tipo de autoridad es una forma de autoridad altamente burocrática, “marca de nacimiento” de una sociedad profundamente racionalizada.
References:
Arendt, H. (1951), The Origins of Totalitarianism, New York Harcourt, Brace.
Arendt, H. (1961), Between Past and Future, New York, Viking Press.
Weber, Max (1978), Economy and Society: An Outline of Interpretive Sociology, Berkeley, University of California Press: 941-955.
