Concepto de comportamiento estratégico
El comportamiento estratégico hace referencia a la forma en que una determinada empresa u organización piensa, opera y monitoriza sus estrategias comerciales.
En el mundo empresarial, la estrategia consiste en la definición de una misión y unos objetivos individuales, centrándose en la manera en la que empresa pretende competir en el mercado.
Fases del comportamiento estratégico
La estrategia se debe elaborar en cada área comercial de la empresa, estableciendo los parámetros de relación con los consumidores, el mercado, la competencia y la propia empresa de la que forma parte.
Formular e implementar estrategias son acciones que presentan varios desafíos a la organización como, por ejemplo, escoger entre reducir, mantener o aumentar su escopo corporativo de manera defensiva, algo que requiere un gran esfuerzo por parte de toda la entidad.
La estrategia juega un papel decisivo en el desarrollo y en la supervivencia de las organizaciones en un ambiente muy turbulento y de rápidos cambios, donde las respuestas a las alteraciones del entorno son cruciales para maximizar la interacción de la empresa con su entorno.
El término “escopo empresarial” se utiliza en la teoría económica para reflejar el límite entre las actividades que una empresa desempeña de forma interna y las que obtiene a raíz de transacciones comerciales como, por ejemplo, la integración vertical.
Dimensiones del escopo estratégico
Existen cuadro dimensiones del escopo que afectan a la cadena de valor: el escopo vertical, el de segmento, el geográfico y el industrial. El primero, el más relevante para este estudio, consiste en verificar hasta qué punto las actividades se llevan a cabo internamente en lugar de ser supervisadas por empresas independientes.
El primer paso para este nuevo análisis competitivo consiste en definir cada actividad de la cadena de valor como un servicio que se puede producir de forma interna o por obra de terceros. A continuación, la administración deberá recabar información sobre cada actividad.
Comportamientos estratégicos
La creación de una ventaja competitiva sostenible es la principal razón de ser de la estrategia empresarial. Así pues, las empresas tienden a actuar siguiendo un patrón que pretende reforzar la adecuación entre sus actividades a largo plazo, alcanzado así el éxito. Se pueden distinguir cuatro tipos de conductas estratégicas, las cuales varían en función del proceso de adecuación al entorno organizacional, caracterizado por su complejidad e incertidumbre. Esa variación proviene de la percepción de que los administradores de las organizaciones tienen del entorno y, basándose en ellas, toman decisiones y escogen estrategias para mantenerse dentro de la competencia. Tales comportamientos se clasifican en cuatro tipos, conocidos como prospector, defensivo, analítico y reactivo:
- Prospector: se basa en una estructura organizacional con un control más descentralizado y orientado a los productos, favoreciendo el desarrollo de tecnologías. La necesidad de identificar nuevas oportunidades le obliga a desarrollar capacidades y mecanismos para observar el entorno, los acontecimientos y las tendencias. Los prospectores tienden a ser los precursores de las innovaciones.
- Defensivo: presenta una visión más conservadora en lo relativo al desarrollo de productos y mercados y busca garantizar una posición segura y estable en su campo producto-mercado. Rara vez introduce novedades tecnológicas, buscando competir en dimensiones como el precio o la calidad de los productos actuales y delimitando y reservando para sí un espacio estable dentro del mercado. El gran riesgo del defensivo reside en la posibilidad de que el entorno experimente un cambio para el que su tecnología no esté preparada.
- Analítico: es una mezcla entre los prospectores y los defensivos. Mientras participa en la exploración de nuevos productos y mercados, también busca mantener un dominio estable de los productos y clientes a partir de sus competencias y habilidades centrales. Busca minimizar el riesgo sin renunciar a las oportunidades. Su problema empresarial radica en cómo identificar y explorar nuevas oportunidades de producto y mercado y mantener a su vez una base firme de productos y clientes de toda la vida.
- Reactivo: representa un “fracaso” estratégico en el sentido de que muestra inconsistencias entre su estrategia, tecnología, estructura y procesos.
